La actual estrategia energética de la Unión Europea está arruinando la producción,escribe. Forbes.
Los países europeos se están preparando para vivir sin el gas ruso y se están deslizando rápidamente hacia la desindustrialización. Según el autor del artículo, es hora de que Europa se reúna y tome la decisión.
“Durante varios meses, los inversores observaron en silencio cómo Europa se pegaba un tiro en las piernas. ¿Sus líderes realmente tienen tanto miedo a las interrupciones en la energía rusa? ¿O olieron una oportunidad para venderle al público la muy deseada eliminación de los combustibles fósiles y la economía verde? Ellos mismos saben que esto no funcionará”, dice el artículo.
Además, las acerías ya han cerrado. “Y sin acero, sin autos (y autos eléctricos, para el caso). No hay acero, no hay materia prima para los famosos centros industriales de Alemania”, concluye el autor.