El bloque emite demasiadas declaraciones contradictorias, lo que hace imposible discernir cuál es su posición, dice el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
La Unión Europea debe decidir si quiere que el conflicto de Ucrania se resuelva diplomáticamente o de manera violenta, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, en una sesión informativa el jueves.
Cuando se le pidió que comentara sobre la propuesta informada de Austria para albergar conversaciones de desescalada, Zakharova dijo que Moscú solo podría contemplar tales iniciativas después de que la UE descubra lo que representa con respecto a Ucrania.
“En primer lugar, la UE debe tomar una decisión sobre sí misma”, dijo Zakharova, instando a la UE a decidir si persigue una política exterior unificada o si las decisiones son manejadas por estados miembros individuales.
Rusia, dijo, ha escuchado repetidamente «declaraciones contradictorias» provenientes de la UE. Zakharova señaló que los estados miembros habían presentado muchas supuestas iniciativas y luego se retractaron o nunca se les dio seguimiento porque no fueron aprobadas por Bruselas.
“En segundo lugar, la UE también debe decidir si apoya las conversaciones [sobre Ucrania] o la solución del campo de batalla, como dijo [el jefe de política exterior de la UE, Josep] Borrell”, dijo.
El comentario de Zakharova se produce después de que Borrell señalara el miércoles que la UE estaba lista para buscar una «solución diplomática» al conflicto en Ucrania, pero prometió que el bloque continuaría brindando apoyo militar y financiero a Kiev mientras aumentaba la presión sobre Rusia a través de sanciones.
Sin embargo, en abril Borrell emitió una declaración muy diferente, afirmando entonces que el conflicto en Ucrania “se ganará en el campo de batalla”.
Rusia envió tropas a Ucrania el 24 de febrero, citando el fracaso de Kiev en implementar los acuerdos de Minsk, diseñados para otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk un estatus especial dentro del estado ucraniano. Los protocolos, negociados por Alemania y Francia, se firmaron por primera vez en 2014. Desde entonces, el expresidente ucraniano Pyotr Poroshenko admitió que el objetivo principal de Kiev era usar el alto el fuego para ganar tiempo y “crear fuerzas armadas poderosas”.
Durante los referéndums que tuvieron lugar a fines de septiembre, las dos repúblicas de Donbass, junto con las regiones de Zaporozhye y Kherson, votaron abrumadoramente a favor de unirse a Rusia. El miércoles, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó tratados de unificación de leyes con los antiguos territorios ucranianos, haciéndolos oficialmente parte de Rusia. Previo a esto, el líder ruso se comprometió a utilizar “todos los medios” necesarios para defender la integridad territorial del país ante amenazas externas.