El ministro de economía alemán ha criticado a Estados Unidos por cobrar demasiado por sus exportaciones de gas al país, que está tratando de desconectarse del suministro de gas ruso.
«Algunos países, incluso los amigos, están logrando precios astronómicos en algunos casos», dijo Robert Habeck al periódico Neue Osnabruecker Zeitung.
«Esto naturalmente trae problemas, de los que tenemos que hablar», agregó.
Rusia ha bloqueado o reducido sus exportaciones de gas al resto de Europa en protesta por las sanciones del continente contra Moscú por su operación militar en Ucrania en febrero.
A principios del mes pasado, Rusia dijo que los suministros de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1 no se reanudarían por completo hasta que los países occidentales tomaran una decisión colectiva y levantaran las sanciones.
Al hacer el anuncio, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, culpó a las sanciones de la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá por el hecho de que Rusia no haya entregado gas a través del gasoducto clave.
Dijo que las sanciones habían causado un «problema de bombeo» al impedir que las unidades del oleoducto fueran debidamente reparadas.
Los gasoductos Nord Stream 1 y 2 unen Rusia y Europa a través del Mar Báltico.
Más tarde en septiembre, las tuberías se vieron afectadas por fugas inexplicables.
Moscú volvió a poner la responsabilidad sobre Occidente y sus sanciones, y Peskov dijo: «Es el Occidente colectivo, en este caso la Unión Europea, Canadá y Gran Bretaña, el culpable de que la situación llegue a este punto».
Rusia solía suministrar el 55 por ciento del gas de Alemania.
Para llenar el vacío, Berlín ha comenzado a invertir en el gas natural licuado (GNL), que es más caro.
Ahora, Alemania y sus compañeros miembros de la UE dependen de los EE. UU., que actualmente proporciona el 45 por ciento de los suministros de GNL del continente.
«Estados Unidos recurrió a nosotros cuando los precios del petróleo se dispararon y, como resultado, las reservas nacionales de petróleo también se aprovecharon en Europa», dijo Habeck. «Creo que esa solidaridad también sería buena para frenar los precios del gas», agregó.