La medida se produce cuando Moscú integra antiguos territorios después de su adhesión a Rusia.
El presidente Vladimir Putin ha emitido una orden que pone la planta de energía nuclear de Zaporozhye, la más grande de Europa, bajo administración rusa. El miércoles se publicó un decreto presidencial sobre el destino de la instalación.
La planta será operada por una subsidiaria del gigante de energía nuclear estatal de Rusia, Rosatom. Por ahora, seguirá funcionando bajo licencias emitidas por Ucrania hasta que se obtengan los equivalentes rusos, según el decreto.
La medida se produce cuando Moscú finaliza la adhesión de cuatro regiones anteriormente ucranianas, Zaporozhye, Kherson, así como las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, a Rusia.
Los territorios respaldaron abrumadoramente una propuesta para unirse a Rusia en referéndums el mes pasado. Los votos fueron firmemente rechazados por Kiev y sus patrocinadores occidentales, quienes los denunciaron como votos “falsos”.
En las últimas semanas, la planta de energía nuclear de Zaporozhye ha sido objeto de repetidos ataques con misiles, artillería y aviones no tripulados, atribuidos por el ejército ruso a las fuerzas ucranianas, así como por saboteadores en aparentes intentos de apoderarse de la instalación de las fuerzas rusas. Sin embargo, Kiev, junto con varios funcionarios occidentales, ha estado culpando a Moscú por bombardear la instalación nuclear que controla.
El ejército ruso se apoderó de la planta de Zaporozhye al principio del conflicto en curso. Sin embargo, hasta ahora ha permanecido bajo administración ucraniana.
Rusia envió tropas a Ucrania el 24 de febrero, citando el fracaso de Kiev en implementar los acuerdos de Minsk, diseñados para otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk un estatus especial dentro del estado ucraniano. Los protocolos, negociados por Alemania y Francia, se firmaron por primera vez en 2014. El expresidente ucraniano Pyotr Poroshenko admitió desde entonces que el objetivo principal de Kiev era usar el alto el fuego para ganar tiempo y “crear fuerzas armadas poderosas”.
En febrero de 2022, el Kremlin reconoció a las repúblicas de Donbass como estados independientes y exigió que Ucrania se declarara oficialmente un país neutral que nunca se uniría a ningún bloque militar occidental. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto.