El Programa Mundial de Alimentos advirtió el lunes que la crisis alimentaria se ve agravada por una crisis de fertilizantes.
«Si no hacemos que los fertilizantes se muevan, no tendrá solo un problema de precios de los alimentos, como el que enfrentamos ahora. Tendrá un problema de disponibilidad de alimentos en 2023», dijo el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, en una conferencia del FMI organizada por Arabia Saudita sobre cómo abordar la inseguridad alimentaria. «Y cuando eso suceda, será un infierno en la tierra. Será una tragedia tras otra».
Explicó que la mitad de la carga de alimentar a la población mundial de 7.750 millones de personas dependía de los fertilizantes, no solo del flujo de granos de los puertos de Ucrania. Advirtió que los «factores económicos actuales son mucho peores» (la pandemia de COVID-19, las crisis climáticas, el conflicto entre Rusia y Ucrania, por nombrar algunos) que los casos anteriores de inflación de los precios de los alimentos sin precedentes en el siglo XXI, como durante el levantamientos árabes.
Beasley agregó que la respuesta a largo plazo a la crisis alimentaria no radica en arrojar dinero al problema, sino en crear financiamiento y programas estratégicos que desarrollen la sostenibilidad y la resiliencia.