Según el Papa, la continuación del conflicto podría conducir a una “escalada nuclear” que probablemente tendría consecuencias catastróficas no solo para las partes involucradas, sino para todo el mundo.
Dirigiéndose a Putin, el Papa Francisco lo instó a “detener esta espiral de violencia y muerte”, al tiempo que instó al presidente ucraniano a “estar abierto a propuestas serias de paz”. También pidió que otros países hagan lo que puedan para poner fin a la guerra, sin dejarse arrastrar al conflicto.
El llamado del Papa se produjo días después de que Zelensky publicara un mensaje en Telegram el viernes, diciendo que Kiev no negociará con Moscú mientras Putin permanezca en el poder.
El comentario se produjo el día en que el presidente ruso firmó tratados que allanaron el camino para la inclusión de las dos repúblicas de Donbass y dos antiguas regiones ucranianas en la Federación Rusa, luego de referéndums en los que la gente de estas regiones votó abrumadoramente a favor de separarse de Kiev. y unirse a Rusia a finales de septiembre.
Ucrania y sus patrocinadores occidentales desestimaron los referéndums como una «farsa» y criticaron a Moscú por lo que llamaron una violación de la integridad territorial de Ucrania.
El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, deberían declarar una tregua y volver a la mesa de negociaciones, dijo el Papa Francisco en un llamamiento a los dos líderes el domingo. Advirtió que una mayor escalada podría conducir al despliegue de armas nucleares, con consecuencias catastróficas.
Según la transcripción traducida publicada por Vatican News, el Papa describió el conflicto de Ucrania como una “herida terrible e inconcebible para la humanidad”, para la cual no parece haber un final a la vista.
“Ciertas acciones nunca pueden justificarse, nunca”, continuó, deteniéndose, sin embargo, antes de señalar con el dedo de la culpa a ambos lados directamente.
Argumentando que “la guerra nunca es una solución”, el Papa Francisco pidió un “alto el fuego inmediato” e instó a las partes en conflicto a negociar “soluciones que no sean impuestas por la fuerza, sino consensuadas, justas y estables”. También enfatizó la importancia del respeto a la soberanía e integridad territorial de cada país, así como los derechos de las minorías.