El 23 de septiembre, el ministro de Hacienda del Reino Unido, Kwasi Kwarteng, presentó un nuevo plan de crecimiento de 60.000 millones de libras esterlinas (64.000 millones de dólares) para apoyar la economía del país a medida que se dispara el coste de la vida.
El plan incluye cancelar el aumento previsto del impuesto de sociedades, manteniéndolo en el 19 por ciento, el nivel más bajo del G20.
Los manifestantes se reúnen en Londres para protestar contra las altísimas facturas de energía y la crisis más amplia del costo de vida.
El veintiuno por ciento de los ciudadanos del Reino Unido dicen que se vieron obligados a reducir los costos de los alimentos esenciales, y la misma cantidad de personas dice que tuvieron que reducir el gasto en artículos esenciales para el hogar, según una encuesta reciente de YouGov.
En septiembre, el Banco de Inglaterra elevó su tipo de interés en 50 puntos básicos hasta el 2,25 % desde el 1,75 % anual, el nivel más alto desde diciembre de 2008. Según las previsiones del Banco, la economía británica entrará en recesión en el cuarto trimestre de 2022
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