Los fabricantes de productos frescos y congelados dicen que no pueden hacer frente a los altos costos de energía
Los productores de alimentos frescos y congelados de Alemania han advertido que el aumento de los precios de la energía pronto podría obligarlos a detener sus operaciones, según Die Welt.
“Existen importantes brechas de suministro en el suministro diario de alimentos para las personas en Alemania. La situación es más que grave”, decía una carta abierta de la industria.
“Las empresas ahora temen que las líneas de producción se paralicen pronto y que se cierren los centros logísticos refrigerados para la distribución de alimentos. Algunos incluso se están preparando para una posible insolvencia”.
La carta fue iniciada por el Instituto Alemán de Alimentos Congelados y la Asociación de Empresas Alemanas de Almacenamiento en Frío y Logística, y firmada por otros cinco grupos industriales. Estaba dirigida al Canciller Olaf Scholz, al Ministro Federal de Economía Robert Habeck y al Ministro Federal de Alimentación Cem Ozdemir.
Según los autores de la carta, la situación financiera de los productores de alimentos se deteriora cada día, lo que pronto podría provocar una ola de quiebras en la industria. Advierten que se necesita la intervención del gobierno para salvar la situación. En particular, piden apoyo financiero para los productores medianos intensivos en energía en la cadena de congelados.
“La industria alimentaria vive actualmente la peor crisis desde el final de la Segunda Guerra Mundial… Falta un minuto para las doce. Actúe ahora; de lo contrario, los refrigeradores y congeladores de la población alemana pronto estarán vacíos”, insta la carta.
Alemania, junto con la UE en general, enfrenta un fuerte aumento en los precios de la energía y un aumento récord de la inflación en medio de la intensificación de las sanciones contra Rusia y una política de abandono del combustible ruso.
La situación también podría conducir pronto al racionamiento y la escasez de energía. La industria de alimentos congelados es particularmente susceptible a los problemas de suministro de energía, debido a su fuerte dependencia de la electricidad para los congeladores.