El jefe de la AIE, Fatih Birol, advierte que los estados miembros podrían abandonar la solidaridad para asegurar sus propios suministros de gas
El empeoramiento de la crisis energética puede llevar a que las naciones de la UE dejen de lado la solidaridad por su propia seguridad energética, dijo el jefe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Fatih Birol, al Financial Times.
En una entrevista con el medio de comunicación, Birol dijo que temía que se estuviera gestando “un escenario del salvaje oeste” entre los países del bloque, en el que podrían limitar las exportaciones de energía a sus vecinos para proteger sus propios suministros internos.
“Las implicaciones serán muy malas para la energía, muy malas para la economía, pero extremadamente malas políticamente… Si Europa falla en esta prueba energética, puede ir más allá de las implicaciones energéticas”, dijo Birol. Agregó que la UE enfrenta “dos escenarios”, y el futuro del bloque depende de si los estados miembros se adhieren a uno de sus principios fundacionales: la solidaridad.
“La UE y los miembros trabajarán en solidaridad, apoyándose unos a otros… o hay otro escenario, si cada uno es por sí mismo… Uno de los valores fundacionales de la UE es la solidaridad”, y abandonar esto “afectará negativamente el peso de la UE en todo el mundo ,» él dijo.
La UE ha estado lidiando con una crisis energética, con los precios del gas natural aumentando un 400% en su punto máximo durante 2022.
Con la disminución de los suministros rusos en medio de las sanciones contra el país y las contrasanciones de Moscú, los estados miembros han recurrido a fuentes de energía alternativas, incluido el GNL de EE. UU. y Qatar. Bruselas también ha introducido políticas destinadas a reducir el consumo de gas, almacenar suministros para el invierno y compartir entre los países del bloque.
Esta última medida solo funcionará si los estados miembros establecen pactos bilaterales para compartir el gas, dicen los analistas. Sin embargo, no todos los países de la UE tienen estos acuerdos y, a principios de este mes, surgieron informes de que Bélgica, Luxemburgo, los Países Bajos y Polonia se habían negado a entablar conversaciones sobre acuerdos para compartir gas.