El presidente de la Federación Italiana de Trabajadores del Transporte aseguró que los obreros trabajan con miedo.
Los obreros del transporte público de Italia realizaron este viernes una huelga de ocho horas para exigir un aumento de la seguridad tras ataques perpetrados por algunos usuarios contra conductores, controladores, jefes de estación, ferry y las embarcaciones denominadas vaporettos.
El presidente de la Federación Italiana de Trabajadores del Transporte (FILT), Renzo Varagnolo, señaló que los transportistas públicos “laboramos en un clima de miedo y nos sentimos solos e indefensos ante las amenazas, ofensas y violencia física que se producen”.
A partir de ello, varios sindicatos del gremio comenzaron un paro de ocho horas que concluyó a las 16H30 (hora local), lo cual provocó serias afectaciones en el servicio tras registrarse una adhesión del 90 por ciento de los trabajadores.
Los manifestantes aseguran que la situación “ya no es tolerable”, por lo que se impone la necesidad de implementar el protocolo de seguridad rubricado el pasado mes de marzo, en el cual se establecen las acciones para monitorear el lugar de trabajo.
Los voceros de los sindicatos han coincidido que “no se ha registrado ninguna intervención para proteger al personal por parte de los empresarios, ni siquiera del legislador, con medidas específicas encaminadas a prevenir y desalentar las agresiones al personal del transporte público”.
Por su parte, la Comisión de Garantía de los Servicios Públicos aseguró que las manifestaciones presentan un motivo adecuado y son legítimas conforme a lo estipulado en el artículo 2, párrafo 7, de la Ley 146 de 1990
En este sentido, en los últimos tres meses se han reportado alrededor de 17 ataques. El primero de los incidentes se produjo en la ciudad sureña de Bari, cuando un conductor fue golpeado por un pasajero en una termina