La columnista independiente Mary Dejevskypiensaque las autoridades británicas deberían haber invitado al presidente de Rusia al funeral de la reina Isabel II para normalizar las relaciones ruso-británicas.
Según Dejevsky, el gobierno encabezado por la nueva primera ministra Liz Truss perdió la oportunidad de allanar el camino para futuros contactos con Moscú. Llamó la atención sobre el hecho de que Putin fue uno de los primeros líderes mundiales en expresar sus condolencias en relación con la muerte de la Reina.
“¿De quién vino? No de Emmanuel Macron, cuyo elegante y elocuente mensaje de condolencia llegó al día siguiente. No de Joe Biden, aunque el mensaje del presidente de los Estados Unidos y la primera dama también estuvo entre los primeros. Y no de ninguno de los países de la Commonwealth of Nations”, señala el artículo.
La manifestación de la llamada «condena mundial» de Rusia, cree el autor, solo agrava y no resuelve las diferencias.