Taipei está presionando simultáneamente a la UE para aumentar la presión sobre Beijing, según Reuters
El gobierno de EE. UU. está considerando imponer sanciones adicionales a China para evitar una invasión de Taiwán, informó Reuters, y señaló que Taipei está realizando esfuerzos de cabildeo tanto en Estados Unidos como en Europa en medio de las crecientes tensiones entre Beijing y la isla.
La Casa Blanca está “considerando opciones para un paquete de sanciones” contra China debido a los temores entre funcionarios taiwaneses y occidentales de que Beijing se esté preparando para lanzar una “invasión” para reunificarse con la isla por la fuerza, según fuentes anónimas citadas por Reuters.
Aunque las fuentes proporcionaron pocos detalles sobre las medidas bajo consideración, dijeron que Taiwán está presionando a los funcionarios estadounidenses y europeos para que impongan sanciones, aunque ambos esfuerzos de cabildeo se encuentran “en una etapa inicial”.
Las tensiones entre Washington y Pekín se han disparado en los últimos meses, provocadas en gran medida por una visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, en agosto, seguida de viajes similares de funcionarios de nivel inferior. China respondió con importantes ejercicios militares en el aire y las aguas que rodean la isla, incluido un ejercicio para organizar un “bloqueo” total.
Si bien, según los informes, la Casa Blanca está considerando nuevas medidas contra China para “disuadir” un ataque a Taiwán, el presidente de EE. UU., Joe Biden, cuestionó previamente si las sanciones económicas son efectivas para ese fin, declarando en marzo que “las sanciones nunca disuaden”.
Washington había preparado varias rondas de sanciones para «disuadir» el ataque de Rusia a Ucrania, pero después de que Moscú envió tropas al país vecino, dijo que la campaña de sanciones sin precedentes siempre estuvo diseñada para «paralizar» la economía de Rusia. Estados Unidos también mantiene duras medidas restrictivas contra Irán, Cuba, Corea del Norte y otros estados para “disuadir” lo que con frecuencia considera comportamientos “malignos”.
Estados Unidos impuso sanciones económicas a China en el pasado, y la administración de Donald Trump prohibió las transacciones con algunas empresas chinas, en algunos casos obligando a las empresas estadounidenses a deshacerse de ellas, mientras buscaba una guerra comercial de bajo nivel con Beijing.
El presidente Biden ha mantenido en gran medida las políticas de Trump hacia China, llamándola repetidamente el principal competidor de Estados Unidos y enviando buques de guerra estadounidenses a través del disputado Estrecho de Taiwán casi mensualmente.
Beijing considera a Taiwán parte de su propio territorio y, aunque ha negado las acusaciones de un ataque inminente, ha reivindicado el derecho a reclamar la isla por la fuerza si es necesario. Pocos países reconocen formalmente a Taiwán como un país independiente; Estados Unidos no está entre ellos, a pesar de organizar visitas ‘informales’ de funcionarios y aprobar varias rondas de venta de armas a la isla a lo largo de los años.