La policía chilena reprimió una protesta masiva de estudiantes que marcharon el viernes en el centro de Santiago, la capital, por mejoras en el sector educativo.
Cientos de estudiantes secundarios y universitarios se manifestaron en distintos puntos de la capital en una semana marcada por marchas estudiantiles para exigir una educación de calidad y un nuevo proceso constitucional, así como la libertad de los detenidos del estallido social (2019) que se encuentra en prisión preventiva.
“La educación es revolución”, “Por un nuevo proceso constituyente” o “Dignidad” fueron algunos de los lemas exhibidos en carteles y pancartas durante la protesta, convocada por la Coordinadora de Secundaria Revolucionaria (CSR) y otras organizaciones estudiantiles anticapitalistas y de la izquierda.
Los estudiantes exigen “condiciones mínimas para estudiar”, mejor acceso a internet, mejores infraestructuras, transporte gratuito, prácticas y herramientas pagadas y aseguradas, un acceso universal a la universidad, educación sexual integral y la derogación de la “ley aula segura”.
Las protestas transcurrieron sin mayores incidentes hasta el viernes en que se registraron una serie de enfrentamientos entre estudiantes y policías, particularmente en la Plaza Dignidad (Plaza Italia) y Baquedano.
De acuerdo con los medios locales, la policía militarizada Carabineros dispersó a los manifestantes con fuertes chorros de agua a presión y gas lacrimógeno para evitar que los estudiantes sigan colocando barricadas que habían interrumpido el normal tránsito de vehículos.
🇨🇱🗳 Evasion Masiva en el Metro Santa Lucia pic.twitter.com/6VYQ0jhZxc
— (FRAPP)🇵🇸🇨🇱🔥✊️ #JadueLibre (@Informa3Chile) September 9, 2022
En la plaza Baquedano, epicentro de las protestas del estallido social de 2019, como constatan vídeos difundidos en las redes sociales, los policías lanzaron bombas lacrimógenas y chorros de agua a presión contra los manifestantes.
¿Qué dice el Gobierno de Boric?
El viernes, la ministra del Interior y Seguridad Pública de Chile, Carolina Tohá, dijo que el país no necesita otro estallido social como el registrado en octubre de 2019 y que inició con protestas estudiantiles, principalmente de secundarios, que fueron escalando las tensiones precisamente en el Metro, impulsadas por las evasiones masivas a los torniquetes y la actuación policial.
“No necesitamos otro estallido, sino dar respuesta a las demandas ciudadanas construyendo mayorías”, objetivo que la violencia entorpece, sostuvo la ministra a la radio local Cooperativa.
La titular de Interior condenó los actos de violencia y dejó claro que el Gobierno, que preside el líder estudiantil Gabriel Boric, no va a perderse y no confundirá las legítimas demandas estudiantiles, que las hay en muchos planos, con las estrategias de grupos radicales que quieren generar un clima de tensión.