El aumento dramático asciende a casi el 3% de la economía italiana.
Se espera que el costo de las importaciones de energía en Italia se duplique a 100 mil millones de euros, informa Reuters el sábado, citando al ministro de Economía del país, Daniele Franco.
Roma no puede seguir gastando indefinidamente para amortiguar el golpe a la economía, advirtió el ministro, hablando en el foro empresarial anual Ambrosetti. Agregó que la alta deuda de Italia reduce su margen de maniobra en el futuro.
Según Franco, el aumento de casi 60 000 millones de euros, en comparación con el costo neto de las importaciones de energía de Italia de 43 000 millones de euros registrado el año pasado, representará aproximadamente el 3 % del PIB del país en 2022.
Se espera que el gran aumento elimine el superávit neto en los intercambios con el resto del mundo que Italia registró en los últimos años, dijo el ministro.
“Estamos trasladando al exterior una parte importante de nuestro poder adquisitivo”, remarcó
Según se informa, Italia depende de las importaciones para casi el 75 % de su consumo de energía, lo que aumenta su vulnerabilidad ante la actual crisis energética que asola la región. A principios del año en curso, Italia importaba el 40 % de su gas de Rusia, pero en julio las compras de gas del país afectado por las sanciones se redujeron al 25 %. Así, Italia ha superado a Alemania en términos de reducción de su dependencia del gas ruso.
A finales de julio, los miembros de la UE acordaron el plan para reducir su consumo de gas en un 15% durante los próximos meses. El paso tiene como objetivo aumentar la seguridad energética del bloque mediante el ahorro de gas para el próximo invierno en medio de la creciente crisis energética.
Anteriormente, el director ejecutivo de la empresa estatal italiana Eni, Claudio Descalzi, dijo que el país podría sobrevivir el invierno sin gas ruso. Agregó que las instalaciones italianas de almacenamiento de gas estaban llenas en un 54 % en junio, pero deberían estar llenas en un 70-80 % en octubre.
El 31 de agosto, Eni anunció que Gazprom había reducido el suministro de gas a Italia de 27 millones de metros cúbicos a 20 millones de metros cúbicos. A partir del 2 de septiembre, Gazprom cortó por completo el suministro a través del oleoducto Nord Stream 1, citando problemas técnicos.