El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia con la llegada aquí del embajador designado Armando Benedetti, irrumpió como el tema más trascendente de la semana que finaliza hoy, y en medio de expectativas.
La entrega de las cartas credenciales del diplomático colombiano al presidente Nicolás Maduro el 29 de agosto en el Palacio de Miraflores, sede de Gobierno, abrió las puertas al diálogo, la concertación y a la paz entre dos naciones hermanas.
En el encuentro sostenido por casi 30 minutos en el Salón Simón Bolívar, los interlocutores departieron sobre la urgencia de restablecer los lazos de amistad de manera organizada, para que el proceso de restablecimiento sea un éxito.
El mismo día, una vez investido, el plenipotenciario fue recibido por las principales autoridades del país como muestra de la importancia que concede Caracas a este paso, posible gracias también a la voluntad del mandatario colombiano, Gustavo Petro.
Benedetti se reunió, además de Maduro, con la vicepresidenta de la República Bolivariana, Delcy Rodríguez; con el diputado y jefe del Bloque de la Patria, Diosdado Cabello; y el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Jorge Rodríguez.
También con el ministro del Poder Popular de Petróleo, Tareck El Aissami, y el titular para la Defensa, Vladimir Padrino.
Este último escribió en su cuenta en Twitter, dado el nuevo escenario nacional que vive la nación vecina “es momento ya de retomar responsabilidades y de trabajar en conjunto».
Con ello hacía alusión a la disposición del presidente Maduro «de entrar en contacto” con su par de Colombia, para restablecer las relaciones militares entre los dos Estados.
Expertos estiman que no será fácil reconstruir las relaciones, pero existe la voluntad manifiesta tanto de Petro como de Maduro de avanzar, y para ello se habla ya de la posibilidad de una reunión en octubre próximo entre los dos mandatarios.
Asimismo, el sector empresarial, de una y otra parte, están motivados a reencontrarse en una posible rueda comercial binacional en ese mismo mes, organizada por la Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción.
Antes de la ruptura en 2019 de las relaciones políticas y diplomáticas, el comercio entre Caracas y Bogotá ascendía a seis mil 500 millones de dólares y quedó en cero, reveló el diputado Roy Daza.
El legislador mencionó la interrelación existente en la frontera de más de dos mil kilómetros, sobre todo en Táchira y Zulia, donde existen vínculos económicos y sociales que no pueden deslindarse.
Quizás la mejor sentencia de lo sucedido hace tres años y acontecerá en el futuro, la manifestó el jefe de Estado colombiano al decir que “fue un enorme error” la ruptura.
“Hay que reparar los daños en las casas y el daño en los corazones… Para que nunca a nadie se le ocurra que entre Venezuela y Colombia tiene que haber un conflicto, una guerra o cosas así, por el estilo”, afirmó.