La respuesta de la Unión Europea (UE) al alza de los precios de los combustibles debe estar a la altura de las circunstancias, en medio de la fuerte crisis energética por la que atraviesa el mundo por el conflicto en Ucrania, aseguró el presidente de Italia, Sergio Mattarella.
Las tensiones en Europa del Este entre Kiev y Moscú han puesto a prueba el modelo energético del bloque europeo, que en gran medida depende del gas ruso, reconoció el jefe de Estado durante la 48 edición del Foro internacional de Cernobbio.
El mandatario italiano consideró que el «único actor continental» que puede contribuir a aligerar la gravedad de la crisis energética es la Unión Europea (UE) a través de una estrategia que propicie la unidad regional, no la división.
«La vertiginosa subida de los precios de la energía, favorecida además por mecanismos poco razonables y por desequilibrios internos entre los países europeos, constituye uno de los temas más críticos del momento actual. Es urgente una respuesta europea a la altura de los problemas. Los países por separado no pueden responder eficazmente a la crisis», observó Sergio Mattarella.
Además, advirtió que la factura energética que pagará Italia en el presente año podría ascender a los 100.000 millones de euros, una cifra histórica.
El presidente de Italia sugirió que los 27 países miembros de la Unión Europea continúen con la aplicación de los Planes Nacionales de Recuperación y Resiliencia, siempre teniendo como prioridad el medio ambiente y la lucha contra los efectos del cambio climático.
Las declaraciones de Mattarella suceden en momentos en que la zona euro intenta reducir su dependencia del gas proveniente de Rusia, nación a la que Occidente ha impuesto múltiples sanciones por la operación militar del ejército ruso en suelo ucraniano.
En ese sentido, el mandatario italiano dijo que espera que el Gobierno del presidente Vladímir Putin «respete» los contratos para la venta de gas a Europa, a unos días de que le empresa rusa Gazprom anunció que cortará indefinidamente el suministro de este combustible a Europa, debido a fallas técnicas en el gasoducto Nord Stream I. Las autoridades rusas han dicho que, si hay obstáculo con el suministro, se debe a las consecuencias de las sanciones que le han impuesto a Moscú, no a una negativa del Kremlin.
«Al liberarse de la dependencia rusa de las fuentes de energía, Europa está llamada, una vez más, a dar un salto en la determinación política, la integración y la innovación», dijo el presidente de Italia.
«La crisis energética agrava los problemas causados por una pandemia que aún no se ha erradicado definitivamente y ha traído consecuencias. A las viejas fracturas se han añadido otras nuevas. La sostenibilidad ambiental, social y económica se muestra cada vez más como un criterio decisivo para gobernar el presente y pensar en el futuro», añadió.