El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dio luz verde nuevamente a uno de sus mayores planes de Gobierno, luego de varias semanas de un proceso judicial en contra de la megaobra que pretende impulsar el comercio y el turismo en el sureste del país latinoamericano.
Pese a las denuncias y amparos en contra del Tren Maya por supuestos daños ambientales, el Gobierno de México anunció que las obras continuarán, en medio de fuertes críticas en contra de este proyecto que costará unos 15.000 millones de dólares, aunque la cifra podría aumentar hasta los 20.000, según ha reconocido el propio López Obrador.
Esta cifra es 150% superior a lo proyectado por las autoridades federales, que aseguran que la megaobra será detonante de la actividad económica de la península de Yucatán, donde se encuentran algunas de las selvas y reservas ecológicas más importantes de América Latina.
En sus redes sociales, el presidente de México aseguró que los amparos en contra del Tren Maya no procedieron bajo ningún argumento legal.
Con absoluto apego a la legalidad, paciencia y el apoyo de la gente reiniciamos los trabajos del tramo Cancún-Tulum. No procedieron los amparos en lo jurídico, en lo ambiental ni en lo social. Habrá Tren Maya. pic.twitter.com/jJiRKKDEDT
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) September 4, 2022
López Obrador ha dicho que la oposición a su proyecto de infraestructura no es auténtica, pues es financiada por sus rivales políticos e incluso sugirió la posibilidad de que el Gobierno de Estados Unidos esté detrás de las críticas al Tren Maya.
«Entonces se recurre a un procedimiento que establece la ley que es declarar esta obra de seguridad nacional, por muchas razones porque está interviniendo un gobierno extranjero [el de Estados Unidos], porque se está perdiendo dinero del presupuesto, porque es obra prioritaria, porque se están aplicando tácticas dilatorias, porque no hay justicia expedita», acusó López Obrador.
El político mexicano incluso acusó al empresario Claudio X. González, al exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) José Ramón Cossío, y a la académica María Amparo Casar, de ser algunas de las figuras que promueven los amparos y las protestas contra el Tren Maya, pese que no se tienen conflictos con los pobladores de la zona por donde pasará el proyecto y nunca se han pronunciado en favor del medio ambiente.
El juez federal de Distrito en Yucatán, Adrián Novelo, autorizó en mayo pasado una suspensión a las obras del Tren Maya, específicamente a las del tramo 5, que se edifican entre Playa del Carmen y Tulum, dos de los destinos turísticos más concurridos de México.
Se trató de la primera suspensión que detendría este proyecto de manera indefinida.