No debería haber «dolce vita» para los rusos en Occidente, dice el primer ministro ucraniano, insistiendo en la prohibición de visas.
No se debería permitir la entrada de rusos en la UE mientras su país luche contra Ucrania, dijo el viernes el primer ministro de Kiev, Denis Shmygal.
A principios de esta semana, el bloque suspendió un acuerdo con Moscú que anteriormente permitía a los rusos recibir visas de viaje al Área Schengen bajo un procedimiento simplificado, como parte de las sanciones por el conflicto de Ucrania. Sin embargo, Bruselas no llegó a introducir una prohibición total de visas, a pesar de los llamados de algunos estados miembros, incluidos Finlandia y Estonia.
Shmygal le dijo a la agencia de noticias alemana DPA que cree que se deberían implementar medidas más duras contra los viajeros rusos.
“Desafortunadamente, esta no es solo la guerra de Putin”, dijo, citando encuestas que revelan un gran apoyo público en Rusia a la ofensiva militar en Ucrania. “Es imposible dividir a los rusos en buenos y malos”, agregó.
Es “insoportable” para el gobierno de Kiev que mientras continúa el conflicto, algunos rusos puedan “hacer una buena vida en Occidente, irse de vacaciones, vivir la dolce vita”, insistió el primer ministro.
“Debería haber una ducha fría para la sociedad rusa en forma de prohibición de visas para turistas y estudiantes”, agregó Shmygal.
El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, hizo súplicas similares, quien le dijo al Washington Post el mes pasado que quería que los rusos fueran excluidos de Occidente durante al menos un año. Deberían “vivir en su propio mundo hasta que cambien su filosofía”, dijo.
Moscú dijo anteriormente que la idea de una prohibición de visa era «rusofóbica» y se parecía a las políticas seguidas por la Alemania nazi a mediados del siglo XX.
Rusia envió tropas a Ucrania a fines de febrero, citando el fracaso de Kiev en implementar los acuerdos de Minsk, diseñados para otorgar a las regiones de Donetsk y Lugansk un estatus especial dentro del estado ucraniano. Los protocolos, negociados por Alemania y Francia, se firmaron por primera vez en 2014. El expresidente ucraniano Pyotr Poroshenko admitió desde entonces que el objetivo principal de Kiev era usar el alto el fuego para ganar tiempo y “crear fuerzas armadas poderosas”.
En febrero de 2022, el Kremlin reconoció a las repúblicas de Donbass como estados independientes y exigió que Ucrania se declarara oficialmente un país neutral que nunca se uniría a ningún bloque militar occidental. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto