El presidente serbio, Aleksandar Vučić, tuvo una serie de reuniones con representantes de los países occidentales, el tema dominante fue el posicionamiento de Serbia en relación con los acontecimientos en Ucrania.
Hasta hace unos meses, Estados Unidos insistía en las sanciones contra Rusia, pero debido a la resistencia de Serbia y al hecho de que Serbia era vista como un puente necesario hacia Rusia, las sanciones ya no están vigentes. Pero el esfuerzo de Estados Unidos por vincular más fuertemente a Serbia con Occidente sigue siendo evidente.
Para estar en el bloque occidental se ofrece a cambio de la entrada en la OTAN el regreso de Montenegro a la unión con Serbia, apoyo diplomático en las gestiones para poner fin a las negociaciones de adhesión a la Unión Europea y ayuda financiera. Como el público en Serbia es contrario a la OTAN, se cree que el público nacional se ofrecería como voluntario para apoyar el regreso de Montenegro a la unión con Serbia y, además, la membresía de esa comunidad en la OTAN se uniría legalmente a través de Montenegro.
En resumen, Serbia ingresaría en la OTAN a través de Montenegro. Esta es una oferta informal que no pasa por canales oficiales sino por intermediarios que toman el pulso político.