La fuerza laboral peor pagada de Europa es la ucraniana y a pesar de ello el Gobierno de Volodímir Zelenski ratificó nuevas leyes laborales que desmantelan algunas protecciones para los trabajadores.
El esquema pudo ser diseñado desde Londres y contempla la privación de derechos y protecciones laborales para el 70% de los empleados de Ucrania, mientras restringe la fuerza de operación de los sindicatos en el país europeo.
El partido de Zelenski, Servidor del Pueblo, argumentó que las medidas son necesarias e incluso que se retrasaron mucho por una sobrerregulación extrema del empleo, además de estimar que con su posición anterior Kiev contradice los principios de autorregulación del mercado y la gestión moderna del personal.
Aseveró también que las barreras burocráticas impiden la autorrealización de los empleados para elevar la competitividad de los patrones.
No obstante el discurso oficial, grupos dentro y fuera de Ucrania manifestaron su inconformidad con el proyecto laboral, mientras que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó un análisis donde asevera que la medida debilita la protección de los trabajadores, reduce los alcances de los derechos laborales y las garantías sociales de los empleados, en relación con el marco legal anterior.
«Los empleados ya no tendrán ninguna protección contra el despido arbitrario, al momento de la contratación se le pedirá al empleado que firme un acuerdo de empleo, lo que permitirá al empleador obtener ventajas unilaterales hasta su conclusión, además de que priva al empleado de cualquier oportunidad legal para defenderse», calificó por su parte el extitular del Ministerio de Política Social de Ucrania Andrey Reva.
«¿Por qué se está haciendo esto ahora mismo, cuando Ucrania ha emitido una aplicación para sumarse a la Unión Europea y aguarda respuesta a su solicitud?», interrogó el exfuncionario.
Estas reformas laborales han sido comparadas a criterios de vacaciones sin remuneración, ausencia de límites a las horas laboradas, contribuciones a la seguridad social para las pensiones o garantías de trabajo en primer término, un escenario que ha sido calificado por académicos como una forma posmoderna de esclavitud.
El modelo, conocido como contrato de cero horas, se presenta principalmente en Reino Unido, donde por ejemplo el 90% de los empleados de McDonald’s en el país está incorporado en ese esquema.
Debido a que se trata de un enfoque controversial, incluso ha sido prohibido en países como Nueva Zelanda desde 2016.
Un documento filtrado exhibe que Londres ha gestionado una maniobra informativa para hacer pasar estas reformas laborales ucranianas como benéficas para el país y para convencer a la opinión pública de mutilar sus propios derechos laborales en favor del cambio.
El documento exhibe una estrategia de comunicación elaborada por la consultora Abt Associates para la embajada británica en Kiev y que asegura que busca reducir la pobreza, mejorar las condiciones de comunidades marginadas en los países en desarrollo y fomentar condiciones laborales libres y justas.
Además, la estrategia contempla maniobras en campañas virtuales y físicas, conferencias de prensa y mensajes en redes sociales.
«Hacer la comunicación más sencilla y más emocional, agregar formatos de materiales que contendrán formulaciones simples y breves de beneficios clave», propuso la consultora.
«Mensajes emocionales que no correspondan con el tono de la comunicación del Ministerio (de Finanzas) pueden ser emitidas por terceros», agregó.
El éxito legislativo de la medida, inicialmente rechazada, vino luego de que el presidente Zelenski prohibiera partidos políticos de oposición.
Desde el golpe de Estado de 2014, Ucrania ha fomentado el aumento de la participación de empresas y gobiernos occidentales en su territorio, como la remoción de restricciones constitucionales a operaciones empresariales, privatizaciones y posesión de la tierra.
También aumentaron desde entonces los préstamos de instituciones financieras dominadas por Estados Unidos, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Mientras empresas e individuos se han beneficiado abundantemente de esta situación, la oposición combate el empobrecimiento y la esclavitud de la población derivadas de estas reformas neoliberales.
La ley marcial vigente prohíbe las protestas en Ucrania, se restringe a medios disidentes y a partidos políticos de oposición, se ha encarcelado a críticos del gobierno, incluidos funcionarios, todos factores que entorpecen la posibilidad de la organización contra esta legislación laboral desfavorable a los trabajadores.
Si bien resulta raro que Ucrania impulse estos ajustes laborales en el momento en que busca sumarse a la Unión Europea, pues son contrarios a los acuerdos de Bruselas en materia de empleo, también es posible que las legislaciones sean uno de los verdaderos móviles en favor de los intereses de Londres y Washington, más que la incorporación del país gobernado por Zelenski al pacto multilateral.