MONTEVIDEO — La lección que dejó el último líder de la Unión Soviética Mijaíl Gorbachov, fallecido el 30 de agosto a los 91 años, para América Latina es que la región debe buscar la unidad para integrarse al mundo, dijo el excanciller boliviano Fernando Huanacuni.
«La lección de Gorbachov para América Latina es que debe unificarse. Lo que hoy está viviendo Rusia luego del fin de la Guerra Fría, que fue desmembrarse en diferentes estados, no ha sido bueno», reflexionó el excanciller, quien desempeñó el cargo durante el tercer Gobierno de Evo Morales entre 2017 y 2018.
Sostuvo que la disolución de la Unión Soviética generó que se pasara de un mundo bipolar a uno unipolar, con la hegemonía de EEUU, lo que tuvo consecuencias negativas para Latinoamérica.
«Antes de Gorbachov, Latinoamérica estaba en dos polos, uno por Occidente y otro por la Unión Soviética. Cuando llega Gorbachov, pone una etapa diferente. Tal vez tenía la expectativa de una apertura de la Unión Soviética y de la esperanza de generar un tiempo de paz. Occidente elogia muchísimo a Gorbachov por poner fin a la Guerra Fría pero hay que ver las consecuencias de lo que ha significado en todo el mundo», indicó.
Sostuvo que la unipolaridad no impulsó la paz sino que hubo «invasiones» en Irak, Afganistán, Libia y una «política de desmedro para América Latina y África».
«El fin de la Guerra Fría no ayudó a solucionar las necesidades básicas de los pueblos del tercer mundo, denominados por Occidente, por lo que la expectativa de Gorbachov no se cumplió», indicó.
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Por otro lado, el excanciller dijo que actualmente se está terminando con esa hegemonía unipolar de EEUU y se está ante la emergencia de un mundo más «equilibrado».
«El pasado es una gran lección para que podamos tener una nueva perspectiva. Nosotros apostamos por la multilateralidad, que va a asegurar la expectativa de los pueblos para tener esa paz sin invasión, sin colonialismo, sin el imperialismo dominador», afirmó.
Sostuvo que América Latina tiene que ser parte de la historia y no solo un «mero espectador» de la emergencia de un mundo multipolar.
«La coyuntura actual nos está mostrando las consecuencias de la Guerra Fría. Después de que finalizó, se dio lugar a una unipolaridad en el mundo y eso no favoreció. Cuando ya empieza el nuevo equilibro de la emergencia unipolar, vemos que EEUU quiere mantener esa característica colonizadora, por eso está ocurriendo con Rusia y Ucrania así como China y Taiwán. Esta es una llamada de atención muy importante para nosotros. La historia nos muestra que tenemos que apostar por la unidad y por la multilateralidad», reflexionó.
Gorbachov asumió la jefatura del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1985 y en marzo de 1990, fue nombrado presidente de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
Durante su Gobierno, las relaciones entre la URSS y Occidente pasaron de la confrontación ideológica y militar al diálogo y la colaboración gracias a la firma de varios acuerdos con los presidentes de Estados Unidos Ronald Reagan y George Bush, sobre el control de armas.
En 1985, al asumir la jefatura del Comité Central del Partido Comunista de la URSS, Gorbachov inició la Perestroika, o «reconstrucción», una reforma que apuntó a modificar la planificación estatal de la actividad económica, a una economía de mercado, con un fuerte impulso y respaldo a la iniciativa privada.
Estos cambios en el ámbito económico fueron acompañados por la «apertura» (Glásnot), un intento de lograr un viraje hacia la democracia, centrado en la libertad de expresión y el cese de la persecución política y religiosa, al tiempo que se habilitó la investigación de los hechos ocurridos durante el estalinismo, entre otras medidas.
Gorbachov asumió la jefatura del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1985 y en marzo de 1990, fue nombrado presidente de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
Durante su Gobierno, las relaciones entre la URSS y Occidente pasaron de la confrontación ideológica y militar al diálogo y la colaboración gracias a la firma de varios acuerdos con los presidentes de Estados Unidos Ronald Reagan y George Bush, sobre el control de armas.
En 1985, al asumir la jefatura del Comité Central del Partido Comunista de la URSS, Gorbachov inició la Perestroika, o «reconstrucción», una reforma que apuntó a modificar la planificación estatal de la actividad económica, a una economía de mercado, con un fuerte impulso y respaldo a la iniciativa privada.
Estos cambios en el ámbito económico fueron acompañados por la «apertura» (Glásnot), un intento de lograr un viraje hacia la democracia, centrado en la libertad de expresión y el cese de la persecución política y religiosa, al tiempo que se habilitó la investigación de los hechos ocurridos durante el estalinismo, entre otras medidas.