CARACAS — La gestión del último líder de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, fue contradictoria porque su política interna no coincidió con su propuesta en relaciones internacionales, dijo en conversación el analista internacional Ernesto Wong.
«La gestión de Gorbachov fue contradictoria (…) tuvo una política hacia adentro, hacia la sociedad soviética, que estaba muy estancada y tuvo una posición de conciliación con Estados Unidos, que provocó también confusiones en el mundo revolucionario», expresó Wong, autor del libro ‘El discurso del líder socialista’.
Wong, también doctor en Seguridad de la Nación, consideró que EEUU se apoyó en esas políticas contradictorias de Gorbachov para acabar con el «campo socialista».
«EEUU se apoyó en estas políticas para elaborar estrategias, para ir desestructurando el campo socialista que fue lo que pasó, porque Gorbachov no aludió a buscar unos planes con los pueblos sino a partir de una posición de autoridad y eso es un choque muy grande, porque él pudo haber logrado ese tipo de transformaciones en unión con los pueblos soviéticos», comentó.
Tras la muerte de Gorbachov, el experto dijo que Rusia podría «rescatar» algunas ideas para su sistema político.
«Creo que pueda haber dentro de Rusia una reflexión del problema de la Unión Soviética (…) puede haber un significado a lo interno de rescatar algunas ideas de Gorbachov en el sentido de mejorar el sistema político y económico del país», subrayó.
No obstante, dijo que la muerte de Gorbachov no cambiará los planes de EEUU de llevar al mundo a una guerra.
«Externamente no creo que vaya a tener repercusiones sobre las decisiones que tiene hoy EEUU de llevar al mundo a una guerra, no creo que vaya a contrarrestar esas decisiones e intenciones que tiene EEUU», acotó.
Gorbachov asumió la jefatura del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1985 y en marzo de 1990, fue nombrado presidente de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
Durante su Gobierno, las relaciones entre la URSS y Occidente pasaron de la confrontación ideológica y militar al diálogo y la colaboración gracias a la firma de varios acuerdos con los presidentes de Estados Unidos Ronald Reagan y George Bush, sobre el control de armas.
En 1985, al asumir la jefatura del Comité Central del Partido Comunista de la URSS, Gorbachov inició la Perestroika, o «reconstrucción», una reforma que apuntó a modificar la planificación estatal de la actividad económica, a una economía de mercado, con un fuerte impulso y respaldo a la iniciativa privada.
Estos cambios en el ámbito económico fueron acompañados por la «apertura» (Glásnot), un intento de lograr un viraje hacia la democracia, centrado en la libertad de expresión y el cese de la persecución política y religiosa, al tiempo que se habilitó la investigación de los hechos ocurridos durante el estalinismo, entre otras medidas.
En agosto de 1991, varias personas de su entorno organizaron una intentona golpista, que si bien fracasó, hizo que la autoridad de Gorbachov se debilitara de forma considerable.
Ese mismo año, las repúblicas soviéticas que respondían a Moscú votaron por la disolución de la unión, lo que aceleró el fin de la URSS; el 25 de diciembre Gorbachov presentó su dimisión como presidente.
Mijaíl Gorbachov falleció el martes a los 91 años, producto de «una enfermedad grave y prolongada», según informó el Hospital Central Clínico de Moscú.
Quien fuera el último presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas será enterrado este sábado en el cementerio de Novodévichi, donde yacen los restos de las más importantes personalidades de la política y la cultura rusas.