EL CAIRO — El primer ministro iraquí, Mustafa al Kadhimi, declaró que presentará su renuncia si la situación en el país empeora después de que cesaran las protestas de los partidarios del influyente líder chií Muqtada al Sadr.
«Si la situación se agrava, dimitiré», dijo al Kadhimi en su discurso ante la nación.
El primer ministro iraquí también destacó la importancia de identificar a los involucrados en el lanzamiento de misiles y proyectiles contra la ‘zona verde’ de Bagdad.
En Bagdad y otras provincias iraquíes estallaron violentos enfrentamientos armados entre partidarios de Al Sadr y otros movimientos chiíes progubernamentales, así como con las fuerzas de seguridad, a pesar de los informes sobre un intento del Gobierno de negociar con la oposición chií.
Las últimas cifras oficiales hablan de 30 muertos por los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, y más de 700 heridos, entre ellos 110 miembros del personal de seguridad.
La situación en Irak se agravó después de que Al Sadr anunciara el 29 de agosto el cese de sus actividades políticas y el cierre de todas las oficinas de su partido, ante la falta de consenso con el Gobierno para convocar elecciones parlamentarias anticipadas y la incapacidad de formar una amplia coalición en el parlamento después de que su facción ganara las elecciones el año pasado.