Italia ocupa el último lugar entre todos los países de la Unión Europea en lo que respecta al crecimiento salarial promedio, según un nuevo estudio publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, también conocida como OCDE.
El salario bruto medio en 2021 -según afirma la OCDE- fue una estimación al alza de 29.700 euros, que es prácticamente la misma cantidad de ingresos registrados en 1991. Italia también es uno de los pocos países que no están cubiertos por un nuevo salario mínimo de la UE Directiva para garantizar un nivel de vida digno para los trabajadores.
Italia está paralizada por la alta inflación y el aumento vertiginoso de los costos de la energía. La inflación en el país llegó al 8 por ciento en junio, el pico más alto desde 1976, con graves consecuencias en el costo de vida.
Los precios de la energía han alcanzado máximos históricos en Italia, ya que los precios mayoristas del gas se han disparado hasta niveles vertiginosos. Las empresas se quejan de que las facturas de energía se han multiplicado por diez en comparación con el año pasado y, en este escenario, miles de empresas corren el riesgo de quebrar en los próximos meses.
Tras el colapso del gobierno de Mario Draghi en julio, los votantes italianos volverán a las urnas el 25 de septiembre en medio de un creciente descontento público y una profunda desconfianza en la política. Según las últimas encuestas, es probable que al menos dieciséis millones de italianos, o el 35% del electorado, se salten la votación. La mayoría cree que votar es inútil.