China exige a EEUU detener la supuesta venta de armas a Taiwán

 
WASHINGTON — Estados Unidos debe detener de inmediato la venta de armas a Taiwán, declaró el portavoz de la embajada china en Washington, Liu Pengyu, en respuesta a las informaciones sobre una posible venta de armas de EEUU a la isla.
«La parte estadounidense debe detener inmediatamente la venta de armas y los contactos militares con Taiwán, dejar de crear factores que puedan llevar a tensiones en el estrecho de Taiwán y cumplir la declaración del gobierno de EEUU de no apoyar la ‘independencia de Taiwán'», dijo Liu.
El vocero insistió también en que la venta de armamento de Washington a Taipéi viola gravemente el principio de una sola China y que Pekín seguirá tomando medidas resueltas y decididas para defender con firmeza la soberanía y los intereses de seguridad chinos.
Anteriormente, el diario Politico informó, citando fuentes familiarizadas con el tema, que la administración Biden planea pedir al Congreso que apruebe una venta de armas a Taiwán por valor de 1.100 millones de dólares que incluirá 60 misiles antibuque y 100 misiles aire-aire.
Las tensiones en torno a Taiwán fueron en aumento a principios de este agosto, luego de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, realizara una visita a la isla rebelde desoyendo las reiteradas advertencias de Pekín.
Su visita duró menos de 24 horas, pero fue la del mayor nivel en los últimos 25 años y la primera desde 1997 que incluyó a un titular de la Cámara.
La Casa Blanca se distanció del viaje de Pelosi a Taiwán, alegando que la presidenta de la Cámara de Representantes toma sus propias decisiones.
 
A la visita de Pelosi le siguió, el 14 y el 15 de agosto, la de una delegación de congresistas estadounidenses con el senador Ed Markey al frente. Hicieron escala en Taiwán en el marco de una gira por el Indo-Pacífico. También el gobernador del estado de Indiana, Eric Holcomb, llegó a Taiwán el 21 de agosto.
China, que percibe estas visitas como un incentivo a los secesionistas, lanzó en agosto un amplio ejercicio militar que incluyó fuego real de largo alcance en seis zonas adyacentes a la isla rebelde, y una batería de restricciones económicas a proveedores taiwaneses.
También suspendió la cooperación con EEUU sobre repatriación de inmigrantes ilegales, asistencia legal en materia criminal, lucha contra delincuencia transnacional, narcotráfico, así como las conversaciones sobre el cambio climático y una serie de consultas bilaterales al nivel de jefes militares.