El editor de The Washington Post cree que Estados Unidos está al borde de la guerra civil
Según Mark Fischer, el continuo aumento del extremismo y las declaraciones provocativas de los opositores políticos indican que es poco probable que el país evite el conflicto.
Es probable que Estados Unidos esté al borde de una guerra civil que muchos en el país ven como inevitable o incluso necesaria. Esta opinión la expresó el editor senior del diario The Washington Post, Mark Fisher, en su columna, publicada el domingo en la versión impresa de la publicación. El periodista discutió este tema con varios expertos.
En su opinión, «es fácil y lógico concluir que Estados Unidos está hoy tan cerca del borde de la guerra civil como lo ha estado desde 1861» (La Guerra Civil entre el Norte y el Sur en los Estados Unidos tuvo lugar en 1861- 1865). «Una amplia variedad de voces, incluidos políticos de los partidos demócrata y republicano, estudiosos de la guerra civil y extremistas de ambos bandos, hoy están de acuerdo con la idea de que una guerra civil es inevitable o necesaria», dijo Fisher.
Entre las razones, prosigue, «apuntan a pruebas que pueden parecer contundentes: una ola de amenazas contra agentes del FBI, jueces, funcionarios electos <…>; campamentos donde se entrenan radicales fuertemente armados para resistir a su propio gobierno; encuestas que muestran que muchos estadounidenses esperan un conflicto violento».
El continuo crecimiento del extremismo y las declaraciones provocativas de los opositores políticos, cree el periodista, indican que lo más probable es que el país no pueda evitar el conflicto. Retórica de extrema derecha, «advertencias alarmantes en los principales medios de comunicación, una serie de amenazas y ataques» después de que el FBI allanara la propiedad del expresidente estadounidense Donald Trump en Florida, «todo esto no es más que una perspectiva aterradora de una guerra civil», dijo el dijo el editor. Fisher también señala «una pérdida de confianza en las autoridades, un sentido de comunidad y esperanza» entre los ciudadanos estadounidenses que recientemente comenzaron a comprar más armas de fuego.
Cita la opinión de varios expertos que confían en que la situación actual confirma «la inevitabilidad de una guerra civil caliente, con explosiones, asesinatos, ataques a instituciones y funcionarios federales». Otros analistas creen que no habrá guerra civil, pero aumentará el número de casos de ataques a funcionarios gubernamentales por parte de radicales individuales y pequeños grupos extremistas.
Dicho esto, todos están de acuerdo en que «la probabilidad de un ataque armado organizado contra el gobierno, o de que las autoridades locales o estatales tomen las armas y vayan en contra de sus contrapartes federales, es pequeña».
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