El primer ministro saliente Boris Johnson, quien dejó en manos de su relevo la toma de nuevas medidas contra la crisis del costo de la vida, advirtió hoy a los británicos que vendrán tiempos muy duros.
En el que quizás sea su último artículo como gobernante del Reino Unido, Johnson admitió en el Mail on Sunday que la tarifa de electricidad y gas alcanzará precios exorbitantes en el invierno, y que el costo de la calefacción ya está asustando a algunos.
El regulador de la energía en el Reino Unido, Ofgem, anunció el viernes pasado que desde el 1 de octubre, las compañías de electricidad y gas podrán cobrar a sus clientes hasta tres mil 549 libras esterlinas (unos cuatro mil 200 dólares) por el servicio.
La Ofgem atribuyó el alza del 80 por ciento con respecto al límite vigente desde abril, al repunte de los precios globales del gas, tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia de Covid-19 y las interrupciones de los suministros rusos por la guerra en Ucrania.
El primer ministro británico, quien dimitió el 7 de julio pasado tras una serie de escándalos que pusieron en entredicho su liderazgo e integridad moral, trató, sin embargo, de insuflar un poco de optimismo a sus coterráneos, al asegurarles que el país tendrá un futuro “dorado”, una vez superada la crisis.
El mes próximo, quienquiera que asuma mi puesto, anunciará otro enorme paquete de ayuda financiera, aseveró Johnson, quien acusó al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de disparar los precios globales de la energía con la operación militar rusa en Ucrania.
La canciller Liz Truss y el exministro de Hacienda Rishi Sunak, quienes se disputan el liderazgo del Partido Conservador y el cargo de primer ministro tienen, sin embargo, propuestas divergentes para lidiar con la carestía de la vida que afecta a millones de británicos.
Mientras Truss aboga por reducir los impuestos, Sunak dice que lo mejor sería aumentar la ayuda estatal a las familias de bajos ingresos.
Mientras Truss aboga por reducir los impuestos, Sunak dice que lo mejor sería aumentar la ayuda estatal a las familias de bajos ingresos.
Al comentar el artículo de Johnson en el diario dominical, la analista política de la televisora Sky News Ali Fortescue opinó que decirle a la gente que saldrán más prósperos y más fuertes de la crisis no los ayudará a pagar las facturas ahora.
Es más fácil ser optimista cuando son otros los que tendrán que tomar decisiones difíciles, aseveró la comentarista.
El diputado laborista Pat McFadden afirmó, por su parte, que lo escrito por el primer ministro saliente solo demuestra lo poco que entiende la preocupación desatada por el anuncio de la Ofgem en los hogares del país.
Estamos hablando de facturas energéticas de cientos de libras mensuales, por lo que la conservación solo gira sobre ¿cómo podemos pagar esto?, ¿dónde más tendremos que ahorra?, y para algunas personas será sencillamente imposible, señaló.