Otra delegación estadounidense encabezada por la senadora Marsha Blackburn llegó a Taipéi. Se trata de la novena delegación de EEUU que viaja a la isla este año y la cuarta en el último mes. Un experto explicó a Sputnik cuáles son los objetivos de Washington en la isla.
La senadora Blackburn considera que su visita es un mensaje para China. No obstante, Pekín considera que tales visitas rompen el principio de una sola China.
«EEUU cree que no viola los intereses de China aunque renuncie al principio de una sola China, acepte la idea de la ‘independencia’ de Taiwán y permita las visitas de funcionarios estadounidenses a este país», afirmó a Sputnik el investigador del Centro de Estudios de Taiwán de la Universidad del Transporte de Shanghái, Huang Zonghao.
Añadió que Estados Unidos cree que puede mantenerse cerca de la llamada línea roja y utilizar a Taiwán para presionar a China y obtener beneficios políticos y económicos que obtiene de la venta de armas a Taiwán, cuyos ingresos pueden utilizarse de nuevo con fines políticos.
«Las ventas de armas de EEUU a Taiwán se han convertido ya en una especie de ‘normalidad’, y si EEUU anuncia las próximas entregas en septiembre, no será noticia. Pero sí incluyen armas inaceptables desde el punto de vista de la seguridad de China continental, como los cazas F-35, que son superiores a los actuales F-16v de Taiwán, se podría inflamar la situación», afirmó el investigador.
Esta estrategia puede tener dos grandes inconvenientes para los propios Estados Unidos, subrayó Huang Zonghao.
«En primer lugar, cuando uno se acerca a una línea roja, la posibilidad de que se produzca un disparo accidental aumenta drásticamente», declaró al explicar que un solo descuido podría provocar un grave conflicto entre China y EEUU, con consecuencias insuperables para los propios estadounidenses.
«En segundo lugar, al perturbar la paz y la estabilidad de la región, Estados Unidos pone en peligro su prestigio, su pretensión de liderazgo internacional», enfatizó el investigador.
El experto vincula los viajes de los políticos estadounidenses a Taiwán con sus intereses electorales ya que contradicen a los intereses nacionales de EEUU. «Solo los utilizan para satisfacer sus ambiciones políticas», puntualizó.
En este contexto, Huang Zonghao cree que la situación en el estrecho de Taiwán podría intensificarse y las maniobras militares podrían ser permanentes, no solo en el estrecho de Taiwán, sino en todo el Pacífico occidental.
«No hay forma de impedir que los políticos estadounidenses visiten Taiwán de forma civilizada y diplomática, la China continental seguirá su propio camino y demostrará su capacidad para defender su prestigio e intereses nacionales y no bailará al son de EEUU», aseguró Zonghao.
De las nueve visitas a la isla en lo que va de año de funcionarios estadounidenses la gira el 2 y 3 de agosto de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, fue la más polémica.
Pekín condenó el viaje de Pelosi a la isla al considerar que apoyó a los independentistas taiwaneses e inició ejercicios militares de gran escala, vigentes desde entonces.
Los vínculos entre China y la isla de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese territorio. Las relaciones entre Taiwán y la China continental se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980. La política fundamental del Gobierno chino respecto a Taiwán es la reunificación pacífica bajo el principio de «un país, dos sistemas».