«Ni a Estados Unidos ni a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) les interesa cuántos ucranianos mueran en el conflicto del país europeo con Rusia, pues para ellos lo importante es el triunfo de su bando», declaró el exlegislador estadounidense Richard Black.
Si bien el también exfuncionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos declaró lo anterior a principios de mayo, el video con sus afirmaciones se viralizó estos últimos días de agosto, cuando se cumplieron seis meses del inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania.
«No nos importa. A Estados Unidos y a la OTAN no les importa cuántos ucranianos mueran, ni civiles, ni mujeres, ni niños ni soldados. No nos importa. Se ha convertido en un gran partido de fútbol, ya sabes, tenemos nuestro equipo, tienen su equipo, rah, rah, queremos conseguir la mayor puntuación y aumentarla», apuntó en una entrevista publicada en la Executive Intelligence Review.
«Y ya sabes, no nos importa cuántos de nuestros jugadores queden lisiados en el campo de juego siempre que ganemos», añadió el también excombatiente de Vietnam.
Black agregó que la posición de Washington y Londres no sólo de apoyar a Ucrania sino de ganar a toda costa hará que muera un tremendo número de soldados ucranianos inocentes.
«Muchos soldados rusos morirán innecesariamente, son niños, sabes, los niños van a la guerra, yo fui a la guerra cuando era niño, crees que tu país, con razón o sin ella, todo lo que hace está bien», opinó.
Sin embargo, estimó que Ucrania está en una posición muy incómoda en el este, lo que contribuirá a la victoria rusa en el conflicto.
El envío de armas a Ucrania desde Estados Unidos, describió, ha generado enormes ganancias con recursos públicos en industrias militares, como la productora de misiles Raytheon y la fabricante de cohetes y aviones Northrop Grumman.
«El presidente Putin hizo un esfuerzo desesperado para detener la marcha hacia la guerra en diciembre del 2021, llegó a poner sobre la mesa propuestas concretas por escrito dirigidas a la OTAN, propuestas de paz para desactivar lo que se avecinaba, porque en ese momento Ucrania estaba concentrando tropas para atacar el Donbás», recordó el estadounidense.
«Y, por lo tanto, él estaba tratando de evitar esto, él no quería la guerra, y la OTAN se limitó a ignorarlas, a descartarlas, nunca las tomó en serio ni quiso entablar negociaciones serias», agregó.
Ante las hostilidades ucranianas contra el Donbás, estimó Black, las fuerzas rusas buscaron llevar a cabo su operación militar especial sin causar demasiadas bajas a Ucrania por considerar a sus habitantes hermanos eslavos con quienes querían conservar buenas relaciones.
«Las reglas de los rusos para entablar combate eran muy, muy cautelosas, no querían crear una gran cantidad de odio y animosidad, los rusos no entraron bombardeando el sistema eléctrico, los sistemas de medios de comunicación, los sistemas de agua, los puentes y demás», agregó el exmilitar estadounidense.
«Es sorprendente ver que a pesar de que Rusia domina el espacio aéreo no ha derribado los sistemas de trenes, no han derribado las plantas de energía, no han derribado tantas cosas, nunca han bombardeado los edificios del centro de Kiev, la capital de Ucrania, no han bombardeado los edificios donde se reúne el parlamento», añadió.
Así, contra toda esperanza, las maniobras militares de Moscú buscan no socavar las oportunidades de paz, estimó el estadounidense.
También aseveró que hay oficiales de la OTAN activos en territorio ucraniano como asesores o mediante otras funciones.