ONU — El jefe adjunto de la Misión de Rusia ante las Naciones Unidas, Dmitri Polianski, afirmó que el último tramo de ayuda militar de EEUU a Ucrania no cambiará mucho la situación sobre el terreno.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el 24 de agosto un nuevo paquete de asistencia a la seguridad de Ucrania, de unos 2.980 millones de dólares. Este tramo, el más importante hasta la fecha, eleva a unos 13.500 millones el monto asignado en lo que va de este año y permitirá a Kiev recibir sistemas de defensa aérea, de artillería y municiones, vehículos aéreos no tripulados y radares.
«Esto no cambia gran cosa la situación sobre el terreno, complica algo la situación para nosotros, especialmente para los civiles, porque, como saben, Estados Unidos está suministrando a Ucrania sistemas de artillería y misiles capaces de llegar a zonas que antes eran inaccesibles para los militares ucranianos. Esto significa más víctimas civiles, más incidentes y provocaciones como el ataque a (el centro penitenciario de) Elénovka en el que murieron prisioneros ucranianos», dijo Polianski.
El diplomático reafirmó que el último tramo de ayuda militar de Washington a Kiev «no cambia el cuadro general».
«La operación militar especial se desarrolla de acuerdo al plan, se alcanzarán todos los objetivos», aseguró.
Según Polianski, Rusia no quiere apresurar las cosas porque procura minimizar sus bajas, así como víctimas civiles, pero se enfrenta a un enemigo muy fuerte, la Alianza Atlántica que «está librando una guerra subsidiaria contra Rusia en Ucrania, con manos ucranianas, hasta el último ucraniano».