Francia se dirige hacia un período difícil de «ansiedad», que requiere «sacrificios», dijo el presidente.
Francia se dirige hacia el «fin de la abundancia» y se deben hacer «sacrificios» durante lo que es un momento de gran agitación, dijo el miércoles el presidente Emmanuel Macron a su gabinete al regresar de las vacaciones de verano.
El país se ha enfrentado a múltiples desafíos últimamente, que van desde el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania hasta la sequía sin precedentes que ha azotado a todo el continente europeo este verano. Sin embargo, Macron cree que la crisis es en realidad de una escala mucho mayor y que los cambios estructurales son inminentes.
“Algunos podrían ver nuestro destino como el de gestionar constantemente crisis o emergencias. Creo que estamos viviendo un punto de inflexión o una gran conmoción. En primer lugar, porque estamos viviendo… lo que podría parecer el fin de la abundancia”, dijo.
El país y sus ciudadanos deben estar dispuestos a hacer “sacrificios” para enfrentar y superar los desafíos que enfrentan, continuó. “Nuestro sistema basado en la libertad en el que nos hemos acostumbrado a vivir, cuando necesitamos defenderlo a veces eso puede implicar hacer sacrificios”, agregó Macron.
Esta descripción general que estoy dando, el fin de la abundancia, el fin de la despreocupación, el fin de las suposiciones, es, en última instancia, un punto de inflexión por el que estamos pasando que puede llevar a nuestros ciudadanos a sentir mucha ansiedad.
“Frente a esto, tenemos deberes, el primero de los cuales es hablar con franqueza y muy claro sin presagios catastróficos”, subrayó Macron. El presidente llamó a su gabinete a mostrar unidad, ser “serio” y “creíble” e instó a los ministros a evitar la “demagogia”.
“Es fácil prometer cualquier cosa y todo, a veces decir cualquier cosa y todo. No cedan a estas tentaciones, es demagogia”, dijo el presidente, y agregó que tal enfoque “florece” hoy “en todas las democracias en un mundo complejo y aterrador.