El Gobierno de la República Popular China rechazó la opinión estadounidense sobre una supuesta reacción exagerada de parte de Pekín ante las constantes visitas que han hecho políticos estadounidenses a Taiwán.
Washington ha hecho caso omiso a las advertencias del Gobierno de Xi Jinping sobre no visitar Taipéi y, por ello, será el único responsable en caso de una posible escalada de tensiones en el Estrecho de Taiwán, adelantó el Ministerio de Asuntos Exteriores de China en un comunicado.
La postura del gigante asiático se da a conocer después de varios días de ejercicios militares y del anuncio de nuevos ensayos con fuego real en el Mar de China Oriental, un hecho que levanta preocupaciones en el mundo por una probable aparición de conflicto armado en la región Asia-Pacífico.
Sin embargo, el Gobierno chino asentó que esta situación fue provocada directamente por la visita de varias delegaciones de funcionarios estadounidenses desde el 2 de agosto pasado, cuando la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aterrizó en suelo taiwanés a pesar de la molestia abiertamente expresada por Pekín, que considera que los viajes diplomáticos norteamericanos abonan ideas separatistas en la isla.
El Ministerio de Asuntos Exteriores manifestó también su desacuerdo con las declaraciones del embajador de Estados Unidos en China, Nicholas Burns, realizadas el pasado 19 de agosto durante una entrevista con la cadena CNN. En aquella ocasión, el diplomático responsabilizó a China de ser un agente de inestabilidad en la zona y de avivar un posible conflicto con Taiwán.
«Los comentarios del embajador Burns confunden lo correcto con lo incorrecto y muestran, una vez más, la lógica distorsionada y hegemónica de Estados Unidos […]. Es Washington, y no China, quien ha estado levantando el gran mazo de las sanciones y ha estado intimidando al mundo», consideró la Administración de Xi Jinping.
Desde hace casi seis meses, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) han lanzado distintos paquetes de sanciones económicas y comerciales en contra de Rusia, en represalia por la operación militar especial que Moscú lleva a cabo en Ucrania para defender los intereses de sus connacionales y para garantizar su seguridad nacional. Estas sanciones han generado inestabilidad en los mercados, alza de precios de los energéticos, alimentos más caros y, en suma, un clima de incertidumbre económica en todo el planeta.
El Gobierno de la República Popular China afirma que la cooperación económica y comercial con Estados Unidos existe, pero Washington ha decidido «sabotearla» con sus acciones. Apenas el 21 de agosto, el gobernador de Indiana, Eric Holcomb, llegó a la isla, mientras que la semana pasada hizo lo mismo un grupo de senadores encabezados por Ed Markey.
«No es China la que está siendo irresponsable. Son Pelosi y el Gobierno estadounidense los que están siendo extremadamente irresponsables», asentó el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
«Queremos reiterar que el principio de ‘una sola China’ está en el centro de los intereses fundamentales de China. Ningún país, fuerza o individuo debe subestimar jamás la firme resolución, la sólida voluntad y la fuerte capacidad del Gobierno y el pueblo chinos para defender la soberanía y la integridad territorial, así como lograr la reunificación y el rejuvenecimiento nacionales», agregó.
Por último, Pekín instó a la Casa Blanca a respetar el derecho internacional y la soberanía china, y dejó en claro que sus ejercicios militares tienen toda la razón de ser.
«Estados Unidos es quien ha estado llevando a cabo una diplomacia de cañones a las puertas de China y, sin embargo, ha tratado de estigmatizar y demonizar los ejercicios militares legítimos, legales, profesionales y transparentes de China», señaló el Ministerio.