RÍO DE JANEIRO — El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó que gracias al viaje que realizó a Rusia para negociar la importación de fertilizantes para la agricultura del país aseguró la seguridad alimentaria de Brasil y del mundo.
«Fui a Rusia a negociar fertilizantes (…) si no hubiese sido por eso no hubiésemos garantizado la seguridad alimentaria de Brasil y del mundo», dijo en una entrevista con la cadena de televisión Globo.
Bolsonaro se reunió con el presidente ruso, Vladímir Putin, en Moscú a mediados de febrero, y según el Gobierno esa visita fue clave para que Brasil se asegurase la llegada de fertilizantes rusos que son vitales para el pujante sector agrícola brasileño.
El presidente brasileño afirmó que no pudo ejecutar sus promesas para la economía realizadas al principio de su mandato debido a acontecimientos externos.
«Las promesas fueron frustradas por la pandemia, por una sequía enorme que tuvimos el año pasado y también por el conflicto de Ucrania con Rusia», lamentó.
Aún así, destacó que a día de hoy la inflación de Brasil es menor que la de muchos países ricos y que los números de la economía «son fantásticos» comparados con el resto del mundo, destacando sobre todo la creación de empleo.
También destacó las reformas realizadas, como la del sistema de pensiones y la ley de libertad económica, y las ayudas de emergencia aprobadas para las familias más pobres.
Destrucción de la Amazonía
Bolsonaro minimizó los datos sobre aumento de la deforestación en la Amazonía y aseguró que Brasil «no merece ser atacado» por otros países por cuestiones medioambientales, que, en su opinión, esconden otros intereses.
«Brasil no merece ser atacado de esa forma, en el fondo hay un interés en dejarnos de lado», dijo en una entrevista con la cadena de televisión Globo, en referencia a los supuestos intereses de países europeos en atacar a Brasil para defender sus sectores agrícolas.
Al ser preguntado por el aumento de la deforestación bajo su gestión, Bolsonaro rebatió: «En la Amazonía hay casi 30 millones de habitantes, la primera preocupación es esa; cuando se habla de la Amazonía, ¿por qué no se habla de Francia? ¿de Portugal? ¿de España? Están ardiendo, Brasil desgraciadamente no es diferente, ocurre», dijo.
Bolsonaro reiteró la falsedad de que «es común» que en la Amazonía se produzcan incendios «de forma espontánea», cuando está probado que la gran mayoría de fuegos se provocan para destruir la vegetación y abrir pastos para la ganadería o terrenos para el cultivo.
El presidente añadió que es «mentira» que Brasil sea un destructor de selvas y que «nadie» quiere destruir selvas «por libre y espontánea voluntad».
También dijo que hay «abusos» por parte del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), el órgano estatal encargado de fiscalizar los delitos ambientales.
Bajo la actual gestión, el Ibama ha sido desautorizado públicamente por Bolsonaro en numerosas ocasiones, ha sido desmantelado internamente con graves recortes presupuestarios y prácticamente ha dejado de multar a los infractores.
Elecciones en octubre
Asimismo, Bolsonaro aseguró que respetará el resultado de las elecciones, siempre que sean «limpias y transparentes», dando a entender que el actual sistema de voto no ofrece confianza.
En una entrevista con la cadena Globo, al ser preguntado en varias ocasiones si puede comprometerse públicamente a respetar el resultado, Bolsonaro afirmó: «Sea cual sea [el resultado de las urnas] las elecciones limpias deben y tienen que respetarse, limpias y transparentes tienen que respetarse».
El presidente brasileño lleva meses atacando sin pruebas el actual sistema de voto electrónico y hay dudas sobre si respetaría el resultado en caso de una eventual derrota frente al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), que parte como favorito en todos los sondeos.
Bolsonaro afirmó que sus cuestionamientos y peticiones para aumentar la seguridad del sistema tienen que ver con un interés «para evitar que planeen dudas sobre las elecciones».
En este sentido, explicó que el 23 de agosto habrá un encuentro entre el ministro de Defensa y el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), el juez Alexandre de Moraes, para garantizar la transparencia de los comicios, y confió que se llegará a un buen término.