La crisis energética en Europa derivada de la búsqueda de sustituir el suministro de gas desde Rusia no sólo ha hecho resurgir un proyecto español de gasoducto, sino que también ha despertado el rechazo de la vecina Francia.
El proyecto de gasoducto MidCat conectaría a España con Francia a través de Cataluña, con miras a duplicar la capacidad de transmisión del combustible entre ambos países, sin embargo, tras iniciar en 2010, la obra está detenida desde 2019.
Ante la coyuntura actual, Madrid retomó el impulso al proyecto bajo el argumento de que permitiría mejorar el abasto de gas a países europeos desde la Península Ibérica, en un escenario donde España se ha visto menos afectada debido a su enlace estratégico con Argelia, país ubicado en el norte de África.
Actualmente el gasoducto Medgaz comunica la costa de Argelia con España, en un escenario donde el país africano aporta el 40% del gas consumido en territorio español.
No obstante, el entusiasmo de Madrid se ha visto desacelerado por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien estimó que retomar el proyecto demoraría demasiado como para ser una alternativa eficaz ante la situación energética actual, además de socavar la agenda climática europea, mientras que la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, dijo la semana pasada que el gasoducto «podría estar operativo en tan solo siete u ocho meses».
En cambio, París perfila construir terminales marítimas para abastecer a Europa de gas natural mediante buques del Golfo Pérsico o Estados Unidos, bajo el criterio de que estos puertos son más baratos de construir y más rápidos de poner en operación.
En tanto, el partido izquierdista español Podemos también emitió reservas al proyecto del gasoducto español bajo el argumento de que es en realidad una estrategia dictada desde Alemania, además de que no se ha esclarecido con qué fondos se pagaría la construcción de la obra.
Si bien Podemos declaró que entiende el uso político que se le dará al gas en Europa durante el invierno, pero llamó a estudiar las ventajas y desventajas de una obra de infraestructura como el gasoducto que uniría a España con Francia,
Ante las dificultades que rodean al proyecto, también se estudia la posibilidad de construir un gasoducto submarino que enlace a España con Italia.
La empresa italiana Snam inició un estudio de viabilidad que podría funcionar como alternativa ante el MidCat.