Las cifras indican un alza con respecto al mismo período de 2020 y 2021, cuando se contabilizaron 106 y 90 homicidios, respectivamente.
La Defensoría del Pueblo de Colombia informó este viernes que, entre el 1° de enero y el 31 de julio de este 2022, fueron asesinados 122 líderes sociales y defensores de derechos humanos (DD.HH.) en ese país.
El informe de la Defensoría del Pueblo, presentado en el departamento Nariño (suroeste), refiere que esta cifra representa un alza con respecto al mismo período de 2020 y 2021, cuando se contabilizaron 106 y 90 homicidios, respectivamente.
Además, el documento precisa que, hasta julio pasado, el mayor número de muertes violentas en Colombia corresponde a líderes comunales, con 33 casos; mientras que 27 fueron indígenas, y 25 comunitarios. El 93 por ciento de las víctimas fueron hombres y el resto mujeres.
Los homicidios en contra de líderes sociales y personas defensoras de derechos humanos representan una grave afectación en contra de las comunidades y la democracia. Ellos son los representantes de las peticiones, necesidades y la voz de las personas más vulnerables”, subrayó el defensor del pueblo, Carlos Camargo.
Los datos del ente también detallaron que los departamentos con mayor número de muertes violentas de líderes y defensores de DD.HH. son Cauca con 19, Nariño con 17, Antioquia con 12 y Putumayo con 11.
Igualmente, se suman Arauca y Valle del Cauca han presentado nueve muertes; Bolívar y Tumaco siete; Tolima seis, Caquetá cinco, Norte de Santander y Barbacoas cuatro; Cesar, Chocóa y Meta con tres; Sucre y San Andrés con dos.
Asimismo, el informe aclara que solo fue reportado un hecho en La Guajira, Córdoba, Santander, Boyacá, Caldas, Cundinamarca, Casanare, Guaviare, Bogotá y Risaralda.
En este sentido, Camargo aseguró que Nariño ha experimentado un incremento de los homicidios en los últimos años, pasando de seis casos en 2016 a 14 en 2020, mientras que en los primeros siete meses de 2022 ya han ocurrido 17 muertes.
El funcionario recordó que lLas lideresas y defensoras de derechos humanos en Nariño se enfrentan a amenazas y violencia de narcotraficantes, de las bandas criminales y maltrato en sus propias casas».