SIMFERÓPOL, RUSIA — Las medidas de seguridad en la planta nuclear de Zaporiyia se extremaron ante el riesgo de un ataque de bandera falsa a sus instalaciones, dijo un portavoz de las autoridades regionales.
«El sistema de protección de la central nuclear se ha reforzado, no puedo desvelar todos los detalles. Estamos plenamente preparados, del régimen de Zelenski cualquier cosa puede esperarse», afirmó Kiril Rógov, miembro del Consejo General de la administración militar civil de Zaporiyia.
La víspera, el Ministerio de Defensa ruso alertó de que Kiev está preparando la escenificación de un ataque ruso a la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa.
Una brigada de artillería del ejército ucraniano, según el ente, podría bombardear el 19 de agosto el territorio de la central nuclear desde sus posiciones en Nikopol, para que Kiev pueda responsabilizar de ese ataque a Moscú.
La central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, se encuentra cerca de la ciudad ucraniana de Energodar. Cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de 6.000 megavatios.
Desde marzo pasado, la planta permanece bajo control de militares rusos. Moscú alega que su presencia militar en la central, operada por la empresa ucraniana Energoatom, persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos.
Rusia y Ucrania se acusan periódicamente de lanzar ataques a las instalaciones de la planta.
Tras un bombardeo reciente, el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, advirtió que las operaciones bélicas en la zona entrañan «un peligro muy real de catástrofe nuclear».
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, de visita en Ucrania, reiteró este jueves su llamado a desmilitarizar el área de la planta, alegando que cualquier daño potencial a la central de Zaporiyia equivale a «un suicidio».
El 18 de agosto, solo una de las seis unidades generadoras de la planta estaba operativa.