Moscú ha acusado a Ucrania de bombardear las instalaciones de Zaporozhye, mientras que Kiev y la UE culpan a Rusia.
El ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, mantuvo una conversación telefónica con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el lunes sobre la seguridad en la planta de energía nuclear de Zaporozhye. Rusia, que controla la planta, acusó a Ucrania de bombardear la instalación, mientras que Ucrania y sus patrocinadores occidentales insisten en que los rusos están atacando el territorio que ellos mismos controlan.
Shoigu y Guterres discutieron las “condiciones para el funcionamiento seguro de la planta de energía nuclear de Zaporozhye”, se lee en un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.
Ubicada en la ciudad de Energodar en el sur de Ucrania, la instalación de Zaporozhye es la planta nuclear más grande de Europa. Ha estado bajo control ruso desde el comienzo de la operación militar de Moscú en Ucrania, pero ha sido objeto de una serie de ataques en las últimas semanas.
Rusia acusó a Ucrania de lanzar ataques de artillería y aviones no tripulados contra la instalación, denunciando las operaciones como “terrorismo nuclear”. Kiev, sin embargo, afirma que las fuerzas rusas están apuntando a la planta, que ellos controlan, y atribuyen los ataques al ejército ucraniano.
El Departamento de Estado de EE. UU. se ha puesto del lado de Ucrania y ha pedido a las fuerzas rusas que se retiren de la zona. Guterres hizo una solicitud similar, pidiendo el establecimiento de una zona desmilitarizada alrededor de la planta, pero sin señalar a las fuerzas rusas o ucranianas.
La UE publicó un comunicado el domingo acusando al ejército ruso de atacar Zaporozhye, impidiendo el mantenimiento seguro de la planta.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, acusó a la UE de «mentir descaradamente» y dijo que es «innegable que los ataques a la estación y Energodar son llevados a cabo por grupos armados ucranianos que actúan bajo órdenes de Kiev». Zakharova dijo que la supuesta amenaza rusa a la planta se está fabricando para permitir que Ucrania evite que los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) accedan a la instalación.
Vladimir Rogov, miembro de la administración civil-militar de Zaporozhye, dijo a RT el lunes que los funcionarios ucranianos y de la ONU quieren mantener al equipo del OIEA alejado de Zaporozhye, porque si visitaran la planta concluirían que había sido bombardeada por las fuerzas de Kiev.
“Es obvio, todo ha sido documentado, y no solo eso, también es bien sabido quién está recibiendo misiles guiados estadounidenses”, dijo Rogov. “Obviamente, no Rusia, sino el régimen de Zelensky”.
Rusia ha pedido previamente a la ONU y al OIEA que intervengan y obliguen a Ucrania a dejar de disparar contra la planta.