BOGOTÁ — Las primeras medidas del Gobierno de Gustavo Petro en Colombia, referidas a impulsar el diálogo con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las relaciones con Venezuela, fomentan la paz y el intercambio económico del país, dijeron a la Agencia dos analistas.
«En 2008, el intercambio comercial entre Venezuela y Colombia llegó a 7.800 millones de dólares en un momento en el que había tensión política entre los dos gobiernos, pero aun así mantuvimos una muy buena relación comercial. El año pasado cerró con 391.000 dólares y se calcula que, si se recupera la relación en la frontera, este mismo año podríamos estar duplicando las cifras de 2021», dijo Ronal Rodríguez, director del Observatorio de Venezuela de la Universidad local del Rosario.
Petro completó su primera semana como presidente en la que impulsó la reapertura de las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela y reactivó los diálogos de paz con el ELN.
Tanto Rodríguez como la politóloga de la Universidad de La Sabana y magister en Estudios Políticos, Geraldine Bustos, opinaron, en diálogo con esta agencia, que la toma de estas dos decisiones durante el inicio de su Gobierno favorecerán a la economía nacional y a su agenda de paz, especialmente en la zona de frontera entre Norte de Santander (noreste de Colombia) y Táchira (noroeste de Venezuela).
La oposición de Petro, liderada por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) y su bancada del Centro Democrático han expuesto reparos ante estas dos políticas argumentando que en Venezuela reina un «régimen» y ocultan a varios delincuentes que son buscados por las autoridades colombianas.
Venezuela
Colombia y Venezuela iniciaron el 7 de agosto un proceso de normalización de relaciones, que incluye en la agenda la apertura gradual de la frontera. Estos acuerdos se alcanzaron tras un encuentro entre el canciller venezolano Carlos Faría y su par Álvaro Leyva el 28 de julio, en el estado fronterizo Táchira.
Venezuela y Colombia comparten poco más de 2.200 kilómetros de frontera, cerrada desde 2019. Las tensiones entre Colombia y Venezuela se intensificaron desde el 2018, cuando Nicolás Maduro fue reelecto.
Algunos países y representantes de la oposición venezolana rechazaron las elecciones arguyendo falta de transparencia, por lo que resolvieron desconocer su mandato para el período 2019-2025.
Casi seis meses más tarde, el opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino, en una plaza del este de Caracas ante cientos de seguidores, siendo reconocido por más de 50 países, entre ellos Colombia.
En 2019, tras el intento de la oposición liderada por Guaidó de ingresar desde Colombia una presunta ayuda humanitaria a Venezuela —acción que Caracas calificó de intento de invasión— Maduro tomó la decisión de romper relaciones con Bogotá.
Paz
En materia de paz, Petro envió a Cuba a su delegación encargada de liderar el diálogo con el ELN.
Además, recibió en Colombia al presidente de Chile Gabriel Boric, quien también manifestó su deseo de continuar siendo país garante y mediador entre Colombia y el ELN para un futuro acuerdo de paz.
«Contrario a lo que pasó con las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia], un acuerdo con el ELN podría tener mayor apoyo en la medida en que damos por hecho que tiene todo el apoyo del Gobierno y de la coalición oficialista. El problema son las condiciones del ELN», opinó Bustos.
En 2016, Colombia puso fin al conflicto armado más extenso del continente, cuando el Gobierno y las FARC firmaron la paz.
Sin embargo, ese acuerdo no contó con el apoyo de toda la institucionalidad, oposición, Congreso y sociedad civil, tanto así que en el plebiscito por la paz con el que se buscaba refrendar lo pactado ganó el no, con 50,2% de los votos.