El aumento se debe a precios más altos de la electricidad, junto con aumentos en los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas.
La inflación anual en España subió al 10,8% en julio, alcanzando el nivel más alto en 38 años, según muestran los datos publicados este viernes por el Instituto Español de Estadística (INE).
A pesar de las caídas significativas en los precios de la gasolina, los altos costos de la electricidad y los alimentos llevaron a un aumento del 0,6% en la tasa de inflación el mes pasado. Los últimos datos confirman la previsión preliminar del INE de finales de julio.
En julio, los precios de los productos energéticos en el país se dispararon un 41 % interanual, mientras que algunos productos alimenticios básicos aumentaron más del 20 %. Según los informes, los españoles han visto un aumento significativo en el precio de los huevos, la leche y otros productos lácteos, así como en la carne, el pan y los cereales.
La tasa de inflación en España aumenta durante tres meses consecutivos, tras una caída del 1,5% en abril. Superó la marca de dos dígitos en junio.
Madrid ha tomado varias medidas para combatir el aumento de los precios de la energía, incluida la reducción del impuesto al valor agregado en las facturas de energía y llegó a un acuerdo con la UE que permite a España limitar los efectos de los precios del gas en el costo de la electricidad. El gobierno también comenzó a financiar una reducción de 20 centavos por litro en el costo de la gasolina.
Sin embargo, se espera que los precios de los alimentos aumenten aún más en los próximos meses, ya que la severa sequía de este verano en Europa puede afectar significativamente los productos agrícolas, incluidas las aceitunas, las frutas y las verduras.