Las protestas por las restricciones de Covid-19 se sentirán como «una fiesta de cumpleaños para niños» en comparación con lo que se avecina, dice un alto funcionario de seguridad
Alemania podría enfrentar disturbios masivos este otoño y las protestas por la crisis energética podrían ser secuestradas por extremistas, dijo un jefe regional de la agencia de seguridad nacional del país.
Stephan Kramer, que dirige la BfV en el estado de Turingia, dijo que Alemania debe estar preparada para la posibilidad de que las protestas «legítimas» por las crisis energética y económica puedan ser «infiltradas por extremistas».
Le dijo a la emisora ZDF el miércoles que se podían esperar manifestaciones por “escasez de gas, problemas de energía, dificultades de suministro, posible recesión, desempleo, pero también la creciente pobreza hasta la clase media”.
Los “extremistas” que podrían secuestrar las protestas incluyen a los llamados “pensadores laterales” que se manifestaron contra las restricciones del coronavirus durante la pandemia, y activistas de derecha que ya han estado agitando el ambiente en las redes sociales en los últimos meses, dijo Kramer.
Si tales escenarios se materializan, “es probable que nos enfrentemos a protestas y disturbios masivos”, advirtió el funcionario.
Debido al covid-19 y las consecuencias económicas de las sanciones de la UE a Rusia por el conflicto en Ucrania, “estamos lidiando con un estado de ánimo muy emotivo, agresivo y pesimista en el futuro en la sociedad, cuya confianza en el estado, sus instituciones y actores políticos está lleno de dudas masivas”, explicó.
“Este estado de ánimo altamente emotivo y explosivo podría escalar fácilmente”, dijo el jefe de seguridad, y agregó que, si esto sucede, los enfrentamientos vistos por Alemania durante la pandemia “probablemente se sentirán más como una fiesta de cumpleaños de niños” en comparación.
Según el funcionario, se requeriría una gestión eficaz de la crisis y la cooperación entre las fuerzas políticas de todos los lados del espectro para evitar lo que llamó un “otoño caliente”.
Pero el factor más importante para evitar disturbios y mantener la paz social debería ser restaurar la confianza de los alemanes en las autoridades, añadió.
Kramer también aconsejó a la gente que “piense cuidadosamente a qué protestas y manifestaciones se unirá, o mejor se mantenga alejado de ellas por completo, para no apoyar a los enemigos de la democracia”