China dice que Estados Unidos quiere prolongar el conflicto en Ucrania


Según el embajador de Pekín en Moscú, de esta manera Washington busca “agotar y aplastar a Rusia”

El funcionario continuó argumentando que tanto la crisis en Ucrania como la última visita de Nancy Pelosi a Taiwán indican que Washington tiene la intención de revivir la mentalidad de la Guerra Fría.

Además, esta nueva Guerra Fría ya está en marcha, afirmó el embajador chino.

Zhang describió a Estados Unidos como una fuerza que está destruyendo las reglas internacionales y causando inestabilidad e incertidumbre en todo el mundo. La hegemonía de Washington y su dependencia de la fuerza son el “mayor desafío para el progreso y el desarrollo pacífico de la civilización humana”, agregó.

El embajador recordó a los EE. UU. que Taiwán es una parte inalienable de China y lo ha sido desde tiempos inmemoriales, lo que significa que cualquier problema relacionado con la isla es únicamente un asunto interno de China. También subrayó que “la China de hoy no es la China de hace cien años, que era pobre y débil, y dejaba que otros decidieran su destino”.

El diplomático señaló que la visita de Pelosi a Taiwán no cambiará la “realidad histórica y jurídica” de que la isla sea parte de China, ni detendrá la “tendencia histórica de la reunificación completa de China”.

Sin embargo, con la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU. a Taiwán a principios de este mes y su reunión y apoyo a los “separatistas”, EE. UU. renegó de su compromiso anterior con el principio de ‘Una China’, explicó la embajadora. . Dijo que era el último ejemplo de la duplicidad de Estados Unidos, ya que en el papel la Casa Blanca profesa respetar la integridad territorial y la soberanía de China, pero en la práctica este no es el caso.

El embajador chino también agradeció a Moscú por pronunciarse en contra de la visita de Pelosi junto con “más de un centenar de países y organizaciones internacionales”.

Zhang continuó elogiando el nivel de las relaciones bilaterales entre China y Rusia, y las describió como habiendo alcanzado su “mejor período de la historia”. Según el enviado, esta alianza es un “poder importante que ayuda a dar forma a un mundo multipolar”.

Taiwán es un territorio autónomo, que ha sido gobernado de facto por su propio gobierno desde 1949, cuando el bando perdedor en la guerra civil china huyó a la isla y estableció allí su propia administración. Beijing considera que las autoridades taiwanesas son separatistas e insiste en que la isla es una parte inalienable de China.

En los últimos años, altos funcionarios chinos, incluido el presidente Xi Jinping, han dicho abiertamente que Beijing no descartaría el uso de la fuerza para garantizar la “reunificación” de Taiwán con el continente.

Bajo el principio de Una China, la gran mayoría de los países se abstienen de reconocer oficialmente la independencia de Taiwán.

Sin embargo, Taiwán ha disfrutado durante años de un amplio apoyo diplomático y militar de EE. UU., que mantiene relaciones no oficiales con la isla.

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