El expresidente estadounidense dice que los agentes insistieron en no tener testigos durante una reciente redada en su residencia
Trump, de 76 años, dio la noticia de la redada el lunes por la noche y dijo en un comunicado que el FBI llegó sin previo aviso e “incluso irrumpió en mi caja fuerte”. Llamó a la operación “no necesaria ni apropiada”, calificándola de “armamento” del sistema de justicia por parte de los demócratas que “desesperadamente” no quieren que él se postule para presidente en 2024.
Poco después de la redada de Mar-a-Lago, el FBI también incautó el teléfono celular del congresista Scott Perry (R-Pennsylvania), que dijo que “contiene información sobre mis actividades legislativas y políticas, y conversaciones personales/privadas con mi esposa, mi familia , electores y amigos”.
Trump estuvo en Nueva York el miércoles para entregar una declaración al fiscal general del estado, un demócrata al que acusa de llevar a cabo una “cacería de brujas partidista” contra su empresa. Según los informes, invocó su derecho de la Quinta Enmienda a permanecer en silencio.