Varias organizaciones estudiantiles de carácter progresista y de izquierda tomaron las calles de Daca, y se enfrentaron con policías.
Al menos 20 civiles resultaron heridos, así como un número indeterminado de uniformados, durante las protestas que tuvieron lugar el domingo en Daca, capital de Bangladés, con motivo del incremento de más del 50 por ciento en los precios de los combustibles, que desencadenó un alza en el costo del transporte público.
La prensa local informó este lunes que varias organizaciones estudiantiles de carácter progresista y de izquierda tomaron las calles del sector capitalino de Shah Bagh, y ocurrió un enfrentamiento con las fuerzas policiales cuando estas intentaban dispersar la marcha.
Los líderes de la manifestación fueron acusados de agredir con ladrillos y garrotes a la policía, y de dificultar sus procedimientos para mantener el orden; sin embargo, activistas de la marcha aseguraron que fue la policía la que inició los ataques, cuando la manifestación se desarrollaba de forma pacífica.
Ante el incidente, las organizaciones estudiantiles convocaron a nuevas acciones de protestas para los próximos días, con el fin de reclamar justicia por el ataque policial perpetrado contra el sector, y exigir la reducción del costo del combustible.
El viernes pasado, el Gobierno de Bangladés anunció un alza, sin precedentes en la historia, en los precios de la gasolina en un 51.7 por ciento y del diésel en un 42.5 por ciento.
La medida entraría en vigor en la medianoche del sábado, por lo que varias gasolineras anunciaron que sólo abrirían cuando se actualizaran los precios.
Según el Ministerio de Energía del país asiático, la nueva normativa se ajusta a las condiciones del mercado internacional, que produjeron pérdidas millonarias a la Bangladesh Petroleum Corporation (BPC), así como a los índices inflacionarios que a lo largo de nueve meses ha superado el seis por ciento.
Aunque la economía de Bangladés experimentó un crecimiento sostenido durante años, el alza de los precios de la energía y los alimentos con motivo del conflicto en Ucrania, ha obligado a las autoridades del país a pedir préstamos al Fondo Monetario Internacional (FMI), por el sobrecosto en sus importaciones.