El presidente estadounidense, Joe Biden, continúa echando leña al fuego en Ucrania al aprobar un nuevo paquete de apoyo militar por 1.000 millones de dólares, alertó el embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov.
«Washington sigue echando leña al fuego del conflicto ucraniano. La aprobación de otros 1.000 millones de dólares para esos fines confirma que Estados Unidos no tiene la intención de escuchar la voz de la razón y no se propone contribuir a la solución pacífica de la crisis. En este contexto, las declaraciones de los representantes de la administración de que los suministros de productos militares reforzarán la posición de Kiev en la «probable» mesa de negociaciones parecen especialmente cínicas. No está claro cómo es posible, en principio, hablar de diálogo cuando el único objetivo de Estados Unidos es prolongar el conflicto todo lo posible», señaló Antónov.
Subrayó que «el bombeo desenfrenado de armas hacia la república causa cada vez más preocupación en los propios Estados Unidos». «Expertos estadounidenses, columnistas de las principales publicaciones y ciudadanos comunes se preguntan: ¿cuánta ayuda llega a su destino? Hay muchas pruebas de esquemas fraudulentos en el transporte de productos militares. Esto demuestra que cada vez es más difícil ocultar el lado desagradable de la asistencia militar a Kiev», señaló el jefe de la misión diplomática rusa.
Sin embargo, continuó Antónov, «algunas armas estadounidenses están llegando al frente» en Ucrania. «Los combatientes de [el presidente ucraniano Volodímir] Zelenski llevan a cabo diariamente ataques mortales en zonas residenciales de las ciudades de Donbás. Y ahora también ponen a toda Europa en peligro extremo al atacar la central nuclear de Zaporiyia. Esperamos que estos hechos abran cuanto antes los ojos de los ciudadanos estadounidenses sobre a quién apoya exactamente su país», subrayó el embajador.
El embajador advirtió que Estados Unidos se implica cada vez más en el conflicto de Ucrania, aproximándose a una peligrosa línea en la pugna con Rusia.
«Los pasos cortos de Washington crean la ilusión entre las figuras sin escrúpulos de Kiev de que pueden «agotar» a Rusia y ganar en el campo de batalla. Por ello, el número de víctimas de la política aventurera de la clase dirigente ucraniana es cada vez mayor. Estados Unidos se ven cada vez más involucrados en el conflicto, acercándose a una línea peligrosa en su enfrentamiento con la Federación de Rusia. Tal línea no hará nada bueno para la paz y la seguridad y sólo prolongará la agonía del régimen ucraniano», afirmó Antónov, citado por el servicio de prensa de la Embajada en su canal de Telegram.
Según varias estimaciones, Biden, desde su llegada al poder en la Casa Blanca, aprobó apoyo militar a Ucrania por un valor total de 9.800 millones de dólares.
Rusia lanzó una operación militar en Ucrania el 24 de febrero para «proteger a las personas que han sido sometidas a abusos, al genocidio del régimen de Kiev durante ocho años». Según el presidente Vladímir Putin, su objetivo es «desmilitarizar y desnazificar a Ucrania» y llevar a juicio a todos los criminales de guerra responsables de «sangrientos crímenes contra la población civil» en Donbás.
Según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso, las Fuerzas Armadas están golpeando únicamente la infraestructura militar y las tropas ucranianas y, a partir del 25 de marzo, han completado las principales tareas de la primera etapa: reducir significativamente el potencial de combate de Ucrania.