El 7 de agosto, el Senado de EE. UU. aprobó la Ley de Reducción de la Inflación que, según los demócratas, debería reducir los costos de atención médica para los estadounidenses y reducir el déficit del presupuesto federal. El proyecto de ley ha sido duramente criticado por los republicanos, quienes afirman que solo profundizará la recesión en el país.
El lunes, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, durante una visita para ver los daños causados por las inundaciones en Kentucky, comentó sobre la Ley de Reducción de la Inflación, que fue aprobada recientemente en el Senado.
Si bien el presidente de los Estados Unidos aparentemente trató de elogiar el proyecto de ley, la frase que usó tuvo un efecto no deseado en el público.
“Lo que estamos haciendo hoy, lo que aprobamos ayer, ayudar a cuidar de todo, desde la atención médica y Dios sabe qué más”, dijo Biden.
Biden on the Inflation Corruption Act: "What we're doing today what we passed yesterday helping taking care of everything from healthcare to God knows what else." pic.twitter.com/zkRidUmYfV
— Greg Price (@greg_price11) August 8, 2022
Después de sus comentarios, los internautas notaron que Biden aparentemente admitió que realmente no sabía qué había en la Ley de Reducción de la Inflación
La ley que fue aprobada en el Senado el 7 de agosto pasa ahora a la Cámara de Representantes, que regresará de un receso el viernes.
Según medios estadounidenses, son tres los principales cambios que introduce la Ley de Inflación: un aumento en los impuestos corporativos, un aumento en el gasto en energía verde y un aumento en los subsidios para medicamentos recetados.
En total, los ingresos presupuestarios aumentarán en $740 mil millones. La legislación tiene como objetivo combatir la inflación mediante la reducción de la deuda nacional, la reducción de los costos de energía y atención médica, la reducción de las primas de atención médica y la reducción de las emisiones de carbono en un 40% para 2030, según los demócratas.
El Partido Republicano ha criticado la ley, diciendo que no «sacará a la economía del estancamiento y la recesión», pero que aumentará los precios y los impuestos.