El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, manifestó su deseo en que se solucionen los problemas en la región Asia-Pacífico, provocados por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, un hecho que no fue del agrado de Pekín.
Un día después de que sugiriera una tregua de cinco años en todo el mundo para enfrentar conjuntamente la crisis económica y la inflación, el mandatario mexicano emitió un comentario acerca del conflicto diplomático entre la Administración de Joe Biden y el Gobierno de Xi Jinping debido a lo que la República Popular China considera una violación a su soberanía.
«Ahora hay una intranquilidad en Asia, y estamos pidiendo a los jefes de Estado, a las potencias, que actúen de manera responsable, que no piensen nada más en las élites económicas, políticas, bélicas. Que piensen en los pueblos. Porque si hay un problema, como esta inflación mundial, pues aquí aumenta el precio de las tortillas y en otro país aumenta el precio del pan. ¿Y qué culpa tiene la gente de los pleitos arriba, de los intereses de estos países?», criticó el presidente López Obrador, durante un evento público en Tlaxcala, estado ubicado en el centro del país latinoamericano.
El mandatario también recordó que el conflicto en Ucrania ha elevado el precio de los energéticos, lo cual, a su vez, ha generado tarifas eléctricas más altas en buena parte del mundo. Por ello, aseguró que no conviene a nadie que escale el conflicto entre Washington y Pekín por Taiwán.
«Ojalá y se calme la inquietud en Asia», expresó López Obrador.
El presidente de México insistió en que las personas adecuadas para mediar los conflictos internacionales son tres: el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres; y el primer ministro de la India, Narendra Modi, y el papa Francisco.
«La India tiene como 1.300 millones de habitantes. China ya tiene 1.400 millones. El segundo país en población es la India, y este gobernante en las encuestas, en los sondeos que se hacen en todo el mundo sobre los gobernantes, es el primer lugar, es decir, es el que está mejor calificado por su pueblo. Imagínense que 1.300 millones lo apoyen… Tiene una aceptación de 75 por ciento. Yo solamente una vez, por medio punto, estuve arriba de él. Este señor está gobernando bien y tiene, según mis informes, buena relación con Estados Unidos, con Rusia y con China», explicó López Obrador.