El mundo entero está siguiendo sus conversaciones con Putin, dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que esperaba conversaciones fructíferas cuando llegó a la ciudad turística de Sochi, en el Mar Negro, el viernes para reunirse con el líder de Rusia, Vladimir Putin.
“Creo que nuestras negociaciones abrirán una nueva página en las relaciones entre los dos países”, dijo Erdogan.
“Estoy hablando de cooperación energética, la exportación de granos [ucranianos] a través del Mar Negro, turismo y cuestiones regionales”, agregó.
La situación en Siria estaba prevista como uno de los principales temas de la agenda, dado que “la batalla contra el terrorismo en la región es importante para nosotros”, dijo el presidente turco.
Los temas que va a discutir con Putin son de primera importancia, y por eso “hoy todo el mundo está siguiendo las conversaciones en Sochi”, insistió Erdogan.
El presidente ruso agradeció a su homólogo turco por el papel que desempeñó en el acuerdo negociado por Ankara y la ONU para facilitar la reanudación de los envíos de cereales ucranianos a través de los puertos del Mar Negro.
Como parte del acuerdo, que se firmó en Estambul a fines de julio, la ONU también prometió trabajar para eliminar los obstáculos a la exportación de granos, alimentos y fertilizantes rusos creados por las sanciones internacionales contra Moscú.
“Esas entregas ya comenzaron”, señaló Putin, y agregó que el acuerdo era “muy importante” para las naciones en desarrollo, que dependen del grano extranjero para alimentar a sus poblaciones.
El líder ruso también dijo que esperaba firmar un memorando sobre el desarrollo de las relaciones comerciales y económicas entre Rusia y Turquía durante sus conversaciones con Erdogan.
A pesar de ser miembro de la OTAN, Turquía siguió cooperando con Rusia tras el lanzamiento de la operación militar de Moscú en Ucrania a finales de febrero. Ankara condenó el uso de la fuerza por parte de Rusia pero se negó a sumarse a las sanciones internacionales contra Moscú