Fuerza de la OTAN esta en alerta en medio de las tensiones en Kosovo


Unidades de la KFOR liderada por la OTAN han sido avistadas en el norte de la región de Kosovo en medio de las tensiones entre Belgrado y Pristina.

Las fuerzas de mantenimiento de la paz de la Fuerza de Kosovo (KFOR) liderada por la OTAN fueron vistas el sábado por la noche en la ciudad de Kosovska Mitrovica, ubicada en el norte de la región disidente de Serbia de Kosovo.

La fuerza, aparentemente unidades de carabinieri italianas, fueron vistas protegiendo un puente sobre el río Ibar, según muestran imágenes de la escena distribuidas por los medios locales. El puente divide la ciudad en la parte norte de población serbia y la parte sur, habitada predominantemente por personas de etnia albanesa.

La KFOR, la misión de mantenimiento de la paz encabezada por la OTAN, dijo en un comunicado el domingo por la noche que estaba “preparada para intervenir si se pone en peligro la estabilidad”.

Según los informes, la KFOR ha sido puesta en alerta máxima, con un gran convoy militar de unos 30-40 vehículos que se dirigían hacia la frontera entre la región disidente y el resto de Serbia. También se ha visto a la policía especial de Kosovo moviendo activamente su equipo y personal.

KFOR dijo que “tomaría las medidas necesarias para mantener un entorno seguro en Kosovo en todo momento, de acuerdo con su mandato de la ONU”.

Según los informes, los serbios han levantado barricadas en varias carreteras de Kosovska Mitrovica y sus alrededores. Según los informes, al menos un serbio ha sido golpeado por unidades de policía de Kosovo cuando intentaba atravesar las barricadas. Según los informes, el herido terminó hospitalizado.

Las tensiones surgen cuando el gobierno de etnia albanesa de la región disidente avanzó con su controvertido plan para prohibir las placas de matrícula y los documentos de identidad serbios. El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, afirmó que la medida se trataba de igualdad de justicia y derecho en todos los territorios que reclama su gobierno.

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, acusó a las autoridades de Kosovo de tratar de “imponer a la gente del norte de Kosovo-Metohija cosas que no tienen derecho a imponer”, y advirtió que Belgrado no se quedará de brazos cruzados.

“La atmósfera se ha calentado y los serbios no sufrirán más atrocidades”, dijo Vucic.

Anteriormente, el presidente serbio alegó que el controvertido plan de registro era parte de un esfuerzo por obligar a los serbios étnicos restantes a salir de Kosovo.

Caroline Ziadeh, jefa de la misión de la ONU en la provincia UNMIK, instó a ambas partes a “abordar los problemas de buena fe a través del diálogo facilitado por la UE, para fortalecer la estabilidad y la seguridad para todos”.

La OTAN ocupó Kosovo en 1999, después de una guerra aérea de 78 días contra la entonces Yugoslavia. La provincia declaró unilateralmente su independencia en 2008 con el apoyo de EE.UU. y la mayoría de sus aliados. La región disidente, sin embargo, no ha recibido apoyo universal, ya que Serbia, Rusia, China y la ONU en su conjunto no la reconocen.

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