El mes pasado, se reveló que las importaciones de petróleo crudo de China desde Rusia habían aumentado un 55% interanual a un nivel récord en mayo. Los acontecimientos se produjeron cuando Rusia sigue bajo las sanciones occidentales que se implementaron poco después de que Moscú lanzara su operación militar especial en Ucrania.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha declarado que Beijing está completamente en contra del plan de Washington de imponer sanciones a las entregas de petróleo ruso a China.
El portavoz del Ministerio, Zhao Lijian, dijo a los periodistas el miércoles que Beijing está “categóricamente en contra de tales sanciones unilaterales ilegales” por parte de Estados Unidos.
“China y Rusia llevan a cabo una cooperación comercial y económica normal sobre los principios de igualdad, beneficio mutuo y respeto mutuo”, subrayó.
El diplomático chino enfatizó que la colaboración de Beijing con Moscú no está dirigida contra nadie y agregó que “tampoco toleraremos la interferencia externa”.
Zhao habló después de que el senador estadounidense Marco Rubio presentara un proyecto de ley el martes que impondría sanciones a cualquier entidad que asegure o registre petroleros, transporte de petróleo o gas natural licuado (GNL) desde Rusia. Según Rubio, Beijing apoya la operación militar especial en curso de Moscú en Ucrania mediante la compra de petróleo ruso.
El 24 de febrero, el presidente ruso Vladimir Putin anunció el inicio de la operación especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania tras la solicitud de las repúblicas de Donbass para protegerlas de las provocaciones de Kiev.
Al comentar sobre las sanciones que los países occidentales habían impuesto a Moscú en relación con su operación especial en Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha enfatizado repetidamente que las sanciones, especialmente con respecto a las importaciones de petróleo y gas de Rusia, ya han fracasado en quienes las introdujeron.