BUDAPEST — El ministro húngaro de Asuntos Exteriores y Comercio, Peter Szijjarto, criticó la propuesta de la Comisión Europea (CE) de reducir en un 15% el consumo de gas en la Unión Europea (UE) por ser demasiado ambigua.
El ministro planteó la pregunta de qué exactamente significa reducir el consumo de gas en un 15%.
«En el caso de Hungría –así como en el caso de cualquier otro país– ¿qué significa eso? ¿Todo el mundo necesita (consumir) un 15% menos? ¿Usuarios industriales? ¿Propietarios de apartamentos? ¿Propietarios de casas?», recalcó Szijjarto.
Expresó su convicción de que la propuesta de la CE es casi imposible de implementar.
«Creo que la CE debería buscar nuevas fuentes de gas, concertar nuevos acuerdos», afirmó el ministro.
Agregó que, además, «tarde o temprano» los países miembros de la UE tendrán que debatir si las sanciones impuestas a Rusia por su operación militar en Ucrania efectivamente producen el efecto deseado.
«La emergencia energética no está sucediendo en el país al que estamos sancionando, sino en nuestros países, los que han impuesto esas sanciones», explicó Szijjarto.
La CE propuso el pasado 20 de julio coordinar las medidas de reducción de la demanda de gas, estipulando que los Estados, inicialmente, se comprometen de forma voluntaria a reducir su necesidad en un 15% para el período entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023.
Una vez aprobada la regulación, la CE, tras consultarlo con los Estados miembros de la UE, podría emitir la llamada «advertencia» sobre la seguridad de los suministros, lo que significaría la obligación de todos los países de reducir la demanda.
Ese mecanismo podría activarse si se reducen seriamente o cesan por completo los suministros de gas desde Rusia.
Los países que se oponen a la propuesta alegan que no dependen tanto del gas ruso como para exigir a sus ciudadanos que disminuyan el consumo.